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General: EL BOSQUE DE LOS LAMENTOS
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Resposta  Missatge 1 de 2 del tema 
De: MARILU9268  (Missatge original) Enviat: 12/03/2013 15:13
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Hubo una vez un bosque de árboles pequeñitos que crecían

 todos a la vez. Había sido plantados por un anciano labrador 

que cuidaba de que todos crecieran rectos y sanos. 

Pero aquel lugar era un sitio de fuertes vientos, 

y los pequeños árboles preferían evitar las molestias 

del aire encogiéndose y torciendo sus troncos y ramitas.


El anciano, sabiendo que de aquella manera no 

podrían crecer bien, se esforzaba en enderezarlos, 

y dedicaba horas y horas a atar sus finos troncos

 a las estacas y varas que plantaba junto a cada árbol, 

con la esperanza de que comprendieran que

 hacía todo aquello por el bien de sus amados árboles.


Pero aquellos árboles caprichosos no tenían ganas 

de aguantar el viento. Daba igual que el viejo les 

prometiera que cuando fueran altos y rectos el aire 

no les molestaría. Siempre se las apañaban para doblarse 

y retorcerse, y seguir escondiéndose del viento. 

Sólo uno de aquellos árboles, uno que estaba 

situado justo en el centro del bosque, se esforzaba 

por seguir creciendo erguido, y aguantaba 

con paciencia las travesuras del fastidioso viento.


Pasaron los años, y el viejo murió. Y desde entonces,

 los árboles pudieron crecer a su aire, torciéndose

 y protegiéndose del viento como quisieron, sin que 

nadie les molestara. Todos, excepto aquel árbol 

del centro del bosque, que siguió decidido a crecer como debía hacerlo un árbol.


Pero a medida que el bosque crecía, y los árboles 

se hacían más gruesos y robustos, comenzaron 

a sentir crujidos en su interior. Sus ramas y sus troncos

 necesitaban seguir creciendo, pero los árboles estaban

 tan retorcidos que ese crecimiento imparable

 sólo les provocaba un dolor y sufrimiento 

aún mayor que el que se habían ahorrado

 evitando el viento. Cada día y cada noche, en

 lo profundo del bosque, podían escucharse

 los ruidos y chasquidos de los árboles, como 

si fueran quejidos y sollozos. Y en los alrededores

 comenzaron a conocer aquel lugar como el bosque de los lamentos.


Y era un lugar con un encanto especial, pues justo 

en el centro, rodeado de miles de árboles de poca altura, 

llenos de nudos y torceduras, se alzaba un impresionante 

árbol, largo y recto como ninguno. Y ese árbol, el único 

que nunca crujía, siguió creciendo y creciendo sin tener 

que preocuparse del siempre travieso viento y sus amigas las brisas.



Autor.. Pedro Pablo Sacristan



 
 
 

 
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Resposta  Missatge 2 de 2 del tema 
De: alicia32 Enviat: 14/03/2013 19:07


 
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