NO DESESPERES
Ha sido fuerte la carga,
Llevar sobre los hombros
las penas ajenas y las propias,
el susurro de las alegrías
surge cuando más se necesita.
Ha tocado ponerle sabor
a la angostura que causa tu cuerpo dañado,
las llagas sobre el espíritu atribulado.
Se acercan las aguas que inundan
y limpian la negrura del dolor.
No desesperes,
es menester ser precavidos,
salvar los pétalos dorados del sol,
la suavidad del lirio en la madrugada,
los aromas de clavel en las esquinas.
Es menester abrazar el cuerpo adolorido,
Ponerle tibieza al frio que se cuela
en las madrugadas de la liviandad.
No desesperes,
los guardianes de la felicidad
hacen espacio sobre tus escombros.
Ten paciencia,
te aseguro llegarán tiempos de luz,
tiempos de paz,
y abrazados seguiremos el rumbo
trazado para los dos.
Carmen Amaralis Vega Olivencia