La oración es una conexión
que el hombre intenta establecer con el Ser supremo,
con el Creador del cielo y de la tierra.
Mediante la oración,
se conecta con ese Ser que es la eternidad,
que es el infinito,
y gracias a esa conexión tiene la posibilidad
de atraer los elementos de los mundos superiores
para beneficiarse de ellos,
y hacer que se beneficien también todas las criaturas.
Los elementos que provienen
de las regiones sublimes son de un poder tal que,
si pudierais capturar tan solo uno de ellos,
¡cuántas transformaciones!
Lo sientes vibrar en ti, eso purifica,
te ilumina, restablece la armonía en todo tu Ser;
y este estado benéfico actúa sobre todos aquellos que te rodean:
también ellos son influenciados y se transforman.