Un poema de Luis López Anglada:
(A su amor, en una tarde en que hubo de esperar largamente.)
TARDAS, amor. Herido de tu espera
la soledad mi corazón alcanza.
La tarde se me muere en esperanza
y con ella mi vida desespera.
El tiempo se hace oscuro. El alma entera
se me va con mi fuego y tu tardanza.
Tardas, amor, y siento como avanza
la muerte y de mi vida se apodera.
¡Qué solo el mundo, amor, cuando no vienes!
Sé que en el cielo estaba decretado
que esta tarde, pesándome en las sienes,
fuese el tiempo más largo y deseado.
Mas, ¿cómo no esperarte si me tienes
juanto a tu corazón encadenado?
-------------------------------------------------------------------------
(Ha quedado un poco pocho, pero espero (con más tiempo) poder poner fondos. Paz y salud!)