Me atreveré...
Me atreveré a decirle
que no pienso tanto en la vejez.
Nunca creí que la edad fuera un criterio.
No me sentía particularmente
joven hace cincuenta años
(cuando tenía veinte,
me gustaba mucho la
compañía de gente mayor),
y no me siento vieja hoy.
Mi edad cambia y siempre
ha cambiado de hora en hora.
En los momentos de
cansancio tengo diez siglos.;
en los momentos de trabajo, cuarenta años;
en el jardín, con el perro,
tengo la impresión de tener cuatro años.
Marguerite Yourcenar
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