Sé humilde.
La humildad siempre triunfa.
Cuando la vida empiece
a marchar como quieres,
ya sea por éxito o dinero,
recuerda siempre ser humilde.
Nadie disfruta de la compañía
de personas arrogantes
que menosprecian a los demás.
La humildad se refleja
en quienes te hacen sentir igual a ellos,
quienes disfrutan verte ganar
y saben que la vida
no es un juego de competencia.
Las personas humildes saben
que todos somos parte de un solo equipo.
Me inspira ver a quienes
han alcanzado el éxito,
pero mantienen los pies en la tierra,
siempre dispuestas
a ayudar y a devolver al mundo.
Al final, no importa cuánto logres,
lo esencial es recordar tus raíces,
ser amable y generoso.
D/A