“VALGO”
De tanto perder aprendí a ganar;
de tanto llorar
se me dibujó la sonrisa que tengo.
Conozco tanto el piso que sólo miro el cielo.
Toqué tantas veces fondo que,
cada vez que bajo,
ya sé que mañana subiré.
Me asombro tanto como
es el ser humano,
que aprendí a ser yo mismo.
Tuve que sentir la soledad
para aprender a estar
conmigo mismo y saber
que soy buena compañía.
Intenté ayudar tantas veces
a los demás, que aprendí
a que me pidieran ayuda.
Traté siempre que todo
fuese perfecto y comprendí
que realmente todo
es tan imperfecto como debe ser
(incluyéndome).
Hago sólo lo que debo,
de la mejor forma que puedo
y los demás que hagan
lo que quieran.
Vi tantos perros correr sin sentido,
que aprendí a ser tortuga
y apreciar el recorrido.
Aprendí que en esta vida nada
es seguro, sólo la muerte …
por eso disfruto
el momento y lo que tengo.
Aprendí que nadie me pertenece,
y aprendí que estarán conmigo
el tiempo que quieran y deban estar,
y quien realmente está interesado
en mí me lo hará saber
a cada momento y contra lo que sea.
Que la verdadera amistad si existe,
pero no es fácil encontrarla.
Que quien te ama te lo demostrará
siempre sin necesidad
de que se lo pidas.
Que ser fiel no es una obligación
sino un verdadero placer
cuando el amor es el dueño de ti.
Eso es vivir...
La vida es bella con su ir y venir,
con sus sabores y sinsabores…
Aprendí a vivir y disfrutar cada detalle,
aprendí de los errores
pero no vivo pensando en ellos,
pues siempre suelen ser
un recuerdo amargo
que te impide seguir adelante, pues,
hay errores irremediables.
Las heridas fuertes nunca se borran
de tu corazón pero siempre
hay alguien realmente dispuesto
a sanarlas con la ayuda de Dios.
Camina de la mano de Dios,
todo mejora siempre.
Y no te esfuerces demasiado
que las mejores cosas
de la vida suceden cuando
menos te las esperas.
No las busques, ellas te buscan.
Lo mejor está por venir.
d/a
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