Estaba en la playa con su padre
y él le pidió que probara
si la temperatura del agua era buena.
Ella tenía cinco años
y se entusiasmó de poder ayudar;
fue hasta la orilla del mar y se mojó los pies. -Metí los pies.
Está fría- le dijo. El padre la tomó en brazos,
fue con ella hasta la orilla del mar
y sin ningún aviso la tiró dentro del agua. Ella se asustó pero
después se divirtió con la broma. -¿Cómo está el agua?- preguntó el padre. -Está buena- respondió. -Entonces, de aquí en adelante,
cuando quieras saber alguna cosa,
zambúllete en ella.
Paulo Coelho

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