La vida de todo ser humano es una vida integral.
Y, para eso,
el individuo necesita aprender el arte de alinear los pensamientos,
palabras y acciones.
Lo que pienso debe reflejar en mi lenguaje y acciones diarias.
Para eso, debo volver los pensamientos sencillos.
Cuando los 3 están alineados,
entonces la vida toma sentido y hay consistencia en el desarrollo del ser.
Para alinearlos, puedo parar un poco y reflexionar
sobre el significado profundo que existe por detrás de cada pensamiento,
palabra o acto.
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