La vida es mucho más que convivir.
Con mucha frecuencia escuchamos a personas hablar
que conviven
en relaciones estancadas, que se contentan con
migajas de amor
que encuentran en el camino y que piensan que “así es la vida”
y peor aún, que es lo que se merecen. Se resignan
a recibir pizcas
de felicidad que se cruzan frente a ellos como si una
fuerza mística
hubiera determinado y medido cuidadosamente la cuota
que entienden les correspondia.
Nunca debemos permanecer pasivos frente al amor
y la felicidad.
Sencillamente debemos buscarlos. Y al hacerlo tener
una buena dosis
de positivismo, creatividad, enfoque y paciencia para
elegir lo correcto.
Es obligatorio responder por el amor y por todo aquello
que llega a nosotros.
Si deseamos que haya amor, balance y felicidad en nuestras
relaciones
entonces somos los responsables directos de crearlo y mantenerlo.
No se lo dejen todo a Dios, a la vida y al Universo
,