AGRADECER
La gratitud siempre trae bendiciones.
Dar las gracias no cuesta nada.
Hay que ser agradecido con esa persona
que se preocupó en mandarte un mensaje
cuando más lo necesitabas.
Quién intentó sacarte una sonrisa
cuando los ánimos estaban por los suelos.
Hay que ser agradecido con quien te abrazó
de manera inesperada y te hizo un poco más feliz.
Con quien te llevó a tu restaurante favorito
un día cualquiera y con quien te invitó a un café
porque le apetecía.
Hay que ser agradecido
con quien sacó un hueco
en su agenda apretada para
verte aunque sea cinco minutos.
Con quien te dejó llorar
y luego te secó las lágrimas.
Hay que ser agradecido
con quien se quedó
cuando todo el mundo se fue.
Y con quien te hizo,
y te hace, mejor cada día.
Creo que un gracias no cuesta nada y,
sin embargo, produce mucho.
d/a