Cuando el alma se cansa
Hay momentos en los que no es el cuerpo el que esta agotado, sino el alma
no por falta de fuerzas, sino por excesos de heridas, uno habla y sonríe,
habla sigue con su rutina , pero por dentro va recogiendo los pedazos, que
otros rompieron sin cuidado.
Por eso es importante darnos pausas, alejarnos de lo que drena nuestra paz,
no se trata de ser fuertes siempre sino de aprender a sanar en silencio sin perder
la fe en lo bueno.
d/a
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