| Desnudándome de toda mi necesidad,vistiéndome en la piel de tus deseos;
 hoy me abandono, me entrego por entero
 a la dicha sublime de ser feliz en tu felicidad.
 
 Si anhelas con desvelo la pureza del compromiso,
 ofrezco algo más noble que un millón de anillos:
 este íntimo deseo, puro en su esencia divina,
 manantial infinito de todos mis sentidos;
 este íntimo deseo de compartir toda la vida,
 este íntimo deseo de compartirla... ¡Sólo contigo!
 
 Si acaso un sentimiento sincero esperas,
 abandona su búsqueda en las estrellas;
 recuéstate plácidamente en tu interior
 y hallarás los ecos de cada latido
 de este incondicional corazón mío...
 ¡Que hace tiempo sólo late por tu amor!
 
 (Fabián Ruiz)   |