Si te sientes solo 
y tu soledad te duele, 
no preguntes a los otros 
por qué te abandonaron. 
Pregúntate a ti mismo 
a quién ofreces tu compañía, 
tu amistad, tu cercanía... 
No corras tras los otros 
para encontrarlos, 
atraparlos y tenerlos; 
sal al encuentro 
con actitud de entrega,
y déjate encontrar... 
Porque en el país del amor 
recibe más el que ofrece 
que el que pide. 
Y pregúntate a ti mismo 
por qué te dejas solo. 
Porque la soledad más cruel y dolorosa, 
no la sufres cuando estás sin los otros, 
sino cuando no te encuentras 
contigo mismo. 
 René J. Trossero