Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Eien Kurayami
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 ===================== 
 L I N E A M I E N T O S E-K 
 E L I S E O S 
 G I U D E C C A 
 P T O L O M E A 
 A N T E N O R A 
 C A Í N A 
 
 
  Herramientas
 
Tropa de Antenora: .:[Emerger Antenora]:.
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Pain  (Mensaje original) Enviado: 08/09/2014 20:51

Es de este modo que los ideales del señor de las animas poco a poco se van cumpliendo, por la mano de sus fieles la única y verdadera salvación es esparcida.  Estados Unidos,  país donde en esta ocasión el terror y la desesperanza fueron cubriendo el ambiente, hasta que el toque del justo perdón se apiado de las pútridas almas humanas, esta es la inmensa generosidad del Dios de las ánimas, Hades-sama…

Sangre, lágrimas y desolados gritos de terror reinan en la escena donde ahora solo escombros y cenizas figuran en la nueva sala  presidencial, donde a su vez choques metálicos provenientes de una majestuosa silueta masculina se posan sobre la alfombra donde yace impreso el escudo de aquella gran nación, ahora desgastado, chamuscado pero, que llevará el mensaje adecuado a todos y cada uno de los seres humanos aún sobrevivientes por ahora, aquellos pasos se abren camino hacia una silla que pareciera no tener nada de particular; sin embargo, el significado que conlleva es más que suficiente. Es pues que aquel imponente espectro de posa con elegancia en la silla, vislumbrando como las llamas devoran todo a su alrededor, una ligera sonrisa se dibuja en su rostro ¿Satisfacción? ¿Gozo? ¿Burla? O tal vez… todo en la misma retorcida pero seductora sonrisa dibujada en los labio de aquel que juzga las almas del este, el antiguo rey de Egina.

Desde los cielos las llamas danzan al compás de la brisa, hambrientas de lo que el mundo puede ofrecerles, proyectando entre sus flamas una única sombra, el ave hindú que predomina los cielos y ahora las tierras del norte de América, desplegando su siniestra ala con poderío, sellando el destino de la humanidad en hombre de Aiacos, estrella celeste de la victoria





Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: [Mчsтιк] Enviado: 08/09/2014 21:21
    

                 Y, justo a sus espaldas, de entre las sombras que la incandescente escena logra desprender, una nueva silueta se hace presente, nada en particular llama la atención de este esbirro, solo un monstruoso e imponente cráneo que resalta desde el siniestro hombro de aquel espectro recién aparecido, los ojos furicos de la bestia terrena resaltan de la inanimada testa, el pálido rostro de dicha presencia se asoma pobremente entre sus mechones capilares que danzan junto con las llamas al ritmo de la brisa que las enfurece y alimenta; su diestro ojo se abre paso entonces por entre su cabello, un particular resplandor puede vislumbrarse en él, un inexplicable orgullo hacia aquella hazaña… Sus ojos simplemente de limitan a mirarle, sus labios no se atreven a pronunciar palabra pero sus hechos hablan mucho más allá de lo que lo verbal pueda expresar -A su orden me encuentro, Aiacos-sama- expresa con suave voz al tiempo que su diestra rodilla se posa sobre el suelo en señal de respeto; y al igual que la de aquel, la silueta de la bestia hebrea se dibuja con imponencia sobre el suelo pero, una particularidad es lo que llama más la atención de aquel fenómeno pues, de la espalda de la bestia terrena una diestra ala, aquella de la que parece carecer el ave de la mitología hindú se extiende hacia el lado contrario hacia donde el ave negra extiende la propia… 



 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados