Vivir usualmente es y ha sido… muy confuso... desde que tengo uso de razón, fue para mi,
la materia más difícil de cursar...cualquier cosa que hacía o decía... era escrutada por
mil rostros y criticado... no siempre en buena forma, así que aprendí a ocultarme detrás de
mil caretas y a dar de mi... solo "migajas", y permití solo a muy pocas personas, que me
conocieran "a fondo"... pues aprendí que...

Reírme era arriesgarme a parecer estúpido o banal... Llorar era arriesgarme a parecer 
sentimental.

Buscar amistades, era arriesgarme a establecer un compromiso que no podía solventar.

Exponer mis sentimientos era arriesgarme a exponer mi verdadero Ser y eso no estaba permitido.

Exponer mis ideas y sueños ante una multitud era arriesgarme a perderlos, pues serían sometidos a la mofa y el escarnio igual se perdieron en la ignorancia y el olvido...

Amar era arriesgarme a que ese amor no fuese correspondido, y aunque eso era el común denominador... no podía "arriesgarme"...

Al fin... al paso del tiempo, entendí que...

Vivir es arriesgarte a morir, pero es

¡ vivir!.

y que hay que correr riesgos, porque lo más absurdo y tonto en la vida es no arriesgarse a nada...

Que aquel que nada arriesga, nada hace, nada tiene, nada es...

Que puede ser que se evite el sufrir, pero se deja de aprender, sentir, cambiar, crecer, amar...

Que los que se sujetan a esta norma son esclavos, pues renuncian a la libertad, y yo no quise renunciar a ella... aunque estuviera detrás de mil caretas... siempre fui un espíritu libre y lleno de rebeldía, cabe preguntarse… si me sirvió de algo...

A estas alturas de mi vida... no sé si gané algo... o si puedo decir que algo de lo que viví...
lo hice... a mi manera... pero si sé, que aún continúo...

luchando por arriesgarme...!!!

Desconozco el autor.

César Fdo.