PREPARACIÓN DEL ALTAR

Para realizar un ritual es necesario que tengamos preparado un altar, que, como su nombre lo indica, es un lugar en donde se realizarán las prácticas mágicas.

En primer lugar, se deberá proceder a la limpieza convencional de la habitación en la cual se llevarán a cabo los rituales.

Una vez desinfectado el lugar deberá hacerse lo siguiente: agregar al contenido de un balde con agua limpia un sobre de incienso , uno de sándalo, uno de mirra y otro de bejuí. Además colocar dentro del balde hojas de ruda macho y hembra, romero y un poco de vinagre. Limpiar la habitación desde adentro hacia afuera.

Luego, sobre una mesa (preferentemente redonda si es que se va a trabajar con velas) disponer un trozo de tela de color blanco (a menos que el rito mencione otro color) y colocar sobre ella un florero con flores naturales y frescas de color blanco (se colocarán flores de otro color si el ritual así lo dispone).

En el caso de que se coloquen imágenes religiosas (esto se hace a criterio de quien realice la ceremonia) las mismas se colocarán en la parte de atrás del altar y se respetará el siguiente orden: en el centro se colocará la imagen de Jesucristo y a su izquierda una de la Inmaculada Concepción de María, otra de San Jorge, una de Santa Bárbara.

Las imágenes pueden remplazarse por estampitas. También pueden agregarse las imágenes o estampas que considere necesario o con quien se sienta identificado quien realiza el ritual.

Acto seguido se deberá proceder a la defumación de todas la habitaciones de la casa y por último del recinto en donde se trabajará a los efectos de alejar alguna carga negativa que pudiese haber quedado y acercar las energías positivas que emanan los elementos colocados sobre el altar.

Para la defumación se utilizará un incensario en el cual se pondrán tres carbones. Éstos deben encenderse y luego agregar sobre los mismos un poco de incienso, mirra, benjuí, sándalo, almizcle, nardo, jazmín, lavanda y ruda.

Si se han colocado sobre él imágenes o estampitas, deberán tomarse una a una y hacerles llegar el humo que sale del incensario.

A continuación puede procederse a realizar el ritual.

Nota: Lo que aquí he mencionado debe tomarse como rasgos generales, ya que pueden agregarse los elementos que cada rito demande.

También es importante que la tela que se use para cubrir la mesa de altar se emplee exclusivamente para ese fin.