Otro de mis tópicos que tengo almacenados en mi desktop el cual escribí alguna vez ...

Muchas personas viven un tren de vida no acorde con sus entradas de dinero y ello a la larga les ocasiona dolores de cabeza interminables, sufren de insomnio y depresión constante, sus nervios siempre a punto de estallar y cada fin de mes en que llegan los cobros de vivienda, luz eléctrica, teléfono de casa y celular, gas y agua, amén de otros compromisos adquiridos como es la letra de un auto, o los muebles que se compraron a plazos de pago u otras deudas que por allí se obtuvieron, se tornaron en un quebradero de cabeza y todo, por querer aparentar lo que no se debe ni puede. 

 Generalmente nos equivocamos desde el principio cuando adquirimos una casa, condominio o simplemente un apartamento de lujo mas caro de lo que nuestros ingresos lo permiten. 

 Compramos un automóvil por el cual tenemos que pagar una cuota muy elevada, y todo por la presunción vanidosa de que nos vean en un auto de lujo, pudiéndonos comprar un vehículo mas modesto pero que en consecuencia se encuentre en óptimas condiciones y para estar seguro de ello, cuando vayamos a tratar de adquirirlo, busquemos un experto conocedor en la materia para no fracasar en comprarnos ese auto que pronto iría a parar a un desmantelamiento.

 Es cierto que queremos lo mejor para nuestros hijos, pero si no podemos mandarlos a escuelas privadas no lo debemos hacer, para eso existen las escuelas públicas que tienen igual o mejor enseñanza.

 Compramos joyas o muebles lujosos amén de unos aparatos de sonido extravagantes solo para adornar la casa, pudiendo comprar de igual manera algo mas acorde a nuestro presupuesto.

La vida que queremos darnos nos mueve a adquirir personal para la limpieza de nuestra casa y así mismo buscar quien cuide los niños si es que los tienen y hasta nos damos el lujo de llevar nuestro coche a un lavadero de carros pudiendo lavarlo en casa con un poco de agua y jabón, ello nos sirve de ejercicio. 

 Los días festivos o fines de semana nos vamos de vacación presumiendo de gente rica o acomodada para después regresar sin un centavo, y eso que no se nos antojó ir a Las Vegas a dejar el dinero a los casinos o ir a DisneyLand donde llegas con 400 o 500 dólares, quizá mas, y sales solo con lo de la gasolina y eso que tuviste la precaución de dejar algo en el coche para no gastarlo dentro del lugar de paseo. 

 En fin, hay tantas cosas de las que podemos prescindir sin dejar de llevar una vida feliz pero con modestia.  

 Hay dos formas de evitar el riesgo de gastos que nos llevan a una ruina financiera y son:  Aumentar nuestros ingresos si es que podemos hacerlo al coste de trabajar más, algo que con el tiempo nos dejará una joroba en nuestra espalda, o reducir los compromisos que no se pueden costear, que es lo mas prudente y recomendable. 

 Habemos muchos que no hemos recibido el pago semanal, quincenal o mensual cuando ya lo debemos todo o casi todo, y allí está el meollo del asunto, porque no debemos empeñar nuestro salario que aun no hemos ganado. Y me pregunto, ¿Porqué no ganar primero el dinero y después pensar muy cuidadosamente en que lo vamos a invertir?.

 Es fácil adquirir tarjetas de crédito y aún mas fácil usarlas, lo difícil es pagar esos gastos porque generalmente son inmensos los porcentajes de interés que generan dichas tarjetas plásticas, pero habemos quienes por presumir, cuando abrimos nuestra cartera o las damas su bolso, logramos que se vean las tarjetas para hacer constar vanidosamente que somos personas que manejamos mucho dinero. 

 Por lo expuesto arriba, pienso que la solución sería tener que prescindir de lo que no necesitamos y además, empezar a planear nuestro modo de vivir mas acorde con nuestros ingresos, y aunque todo esto será un sacrificio muy grande, con el tiempo gozaremos de una vida estable, apacible y sin sobresaltos y por ende, como por arte de magia desaparecerán nuestros dolores de cabeza aunque esto se debe ir realizando gradualmente, porque el proceso, aunque será largo, al final aprenderemos la lección.

 Vivamos como podamos y no como quisiéramos vivir.