No creo que haya en el mundo palabras tan eficaces ni oradores tan elocuentes como las lágrimas. Lope de Vega.
El arte de vivir es el arte de saber creer en las mentiras. Cesare Pavese.
Hasta lo inesperado acaba en costumbre cuando se ha aprendido a soportar. Julio Cortazar.
Morir por una religión es más simple que vivirla con plenitud. Jorge Luis Borges.
El amor verdadero no espera a ser invitado, antes él se invita y se ofrece primero. Fray Luis de León
La vida es una visita construída de sueños. Ray Bradbury
Lo que hace insisoluble a las amistades y doble su encanto es un sentimiento que le falta al amor, la certeza. Honoré de Balzac
Nuestra verdadera nacionalidad es la humana. H.G.Wells
Las más altas inteligencias no dicen menos tonterías que el común de los mortales, simplemente lo hacen con más autoridad. Simon Leys.
La felicidad no consiste en realizar nuestros ideales, sino en idealizar lo que realizamos. Alfred Tennyson
Tengo mi propia versión del optimismo, si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta, algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente. Rabindranath Tagore
Y el pensamiento que me gusta más he aquí.... La droga es el producto ideal, la mercancía definitiva, no hace falta literatura para vender, el cliente se arrastrará por una alcantarilla para suplicar que le vendan y el comerciante de droga no vende su producto al consumidor sino que vende el consumidor a su producto, no mejora ni simplifica su mercancía. Degrada y simplifica al cliente. William Burroughs.
La vida es como jugar con una pelota contra la pared; si juega una pelota azul, regresará azul;
Si juega con una pelota verde, esta regresará verde;
Si la pelota va con fuerza, ella regresará con fuerza, Por eso, nunca "juegue con la vida " si no sabe como recibir de vuelta las pelotas que le envía.
La vida ni se da, ni se presta.
Todo cuanto ella hace es retribuir y transferir lo que nosotros mismo le ofrecemos.
A veces un acontecimiento sin importancia es capaz de transformar toda la belleza en un momento de angustia. Insistimos en ver la arena del ojo, y olvidamos las montañas, y los campos de olivas.