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Mensajes Para la Familia: Los Fundamentos de la Familia Cristiana
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De: maritza  (Mensaje original) Enviado: 14/06/2009 04:16


  

 

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Los Fundamentos de la Familia Cristiana

PARTE I

(18) Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre este solo; le haré ayuda idónea para el. (19) Jehová Dios formo, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese como las había de llamar; y todo lo que Adán llamo a los animales vivientes, ese es su nombre. (20) Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se hallo ayuda idónea para el. (21) Entonces Jehová Dios hizo caer sueno profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomo una de sus costillas, y cerro la carne en su lugar. (22) Y de la costilla que Jehová Dios tomo del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. (Génesis 2:18-22)

La familia fue la primera institución que Dios creo, y todavía sigue siendo su mayor preocupación. El gobierno civil y la Iglesia fueron establecidos mucho mas tarde dentro de la historia del género humano. De manera que, al dedicar durante los próximos días estos Devocionales a la familia, estamos tratando uno de los temas más cercanos al corazón de Dios.

El origen de la familia esta arraigado en el diseño mismo de la creación. Cuando llega el momento de la creación del hombre, notamos que se usa un lenguaje diferente en la narración del Génesis. En lugar de la expresión: “Dijo Dios…y fue así,” el relato sagrado dice: “Hagamos al hombre a nuestra imagen…Y creo Dios al hombre a su imagen” (Génesis 1:26, 27).

Las personas que integraron la primera familia fueron tan especiales, que Dios los creo directamente. (La creación del hombre y la mujer es considerada por algunos como una creación inmediata, porque Dios no utiliza otros medios.) Por eso no nos sorprende que Dios haya establecido un plan de salvación para esta familia tan especial. La familia humana es importante para Dios, no solo en esta vida sino también por la eternidad.

En estos ultimos dias y a traves de muchos testimonios me he dado cuenta de la gran  tragedia que se esta viendo en los matrimonios. Esta tragedia no solamente esta afectando a los matrimonios no creyentes, sino que tambien esta afectando los matrimonios entre creyentes. Muchas veces vemos familias siendo destruidas en nuestras iglesias. Es por esta razon que he sentido la inquietud de repetir estos Devocionales hacerca de Los Fundamentos de la Familia Cristiana.

 

Rev. Alfonso Díaz – IBHVI

 

Los Fundamentos de la Familia Cristiana

PARTE II

Una  de las dimensiones de la comunicación establecida por Dios a través de la creación de Adán y Eva fue la física. La unión sexual entre hombre y mujer fue establecida por Dios para que a través de ella vinieran a la existencia los hijos, para perpetuar la raza y consumar la plenitud de la unión matrimonial. Así fue como el Creador impartió su bendición sobre esta unión: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Génesis 1:28).

Algunos se casan solamente para disfrutar de la última de las dimensiones mencionadas: la física. Como resultado de ello, pronto se encuentran con dificultades. Otros van un poco mas allá en su matrimonio y esperan sacarle algún beneficio psicológico: amor, compañía, comprensión, Etc. Sin embargo también ellos se encuentran con frustraciones, porque llega el momento en que cada uno se preocupa mas por si mismo que por el otro, y entonces empiezan las dificultades. Solo cuando se llega a la tercera dimensión—lo espiritual—se halla verdadero sentido en el matrimonio, porque entonces el amor esta arraigado en el amor de Dios manifestado en Cristo y fomentado en las enseñanzas de las Escrituras.

En la sociedad de hoy, el sexo ha sido distorsionado de tantas maneras, que según la opinión de muchos es considerado malo y peligroso. Esto es muy diferente a lo que Dios piensa de el. El sexo es una expresión del ser total. Es una parte integral de la naturaleza humana, porque así lo dispuso el Creador mismo. El sexo es uno de los aspectos más bellos de la vida, cuando se lo considera en su propio contexto. La dimensión sexual de la vida humana alcanza su última expresión en el matrimonio, pero es más que una expresión física. Dios espera que el aspecto sexual del matrimonio sea más que un mero impulso físico. Este abarca todo lo que significa ser humano y actuar como tal. Aquí están incluidas la vida emocional y la vida espiritual del hombre.

Adán le llamo Eva a su esposa, porque seria la madre de todos los seres humanos. No se nos dice en el relato sagrado cuanto tiempo estuvieron ellos juntos antes de que les naciera el primer hijo, pero es evidente que Caín no les nació sino hasta después de haber salido del huerto del Edén.

La interacción entre padres e hijos es muy importante en la familia. Salomón insistió en ella en Proverbios 22:6 al decir: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartara de el.”

La expresión “Instruye” literalmente significa “enseñarle como mamar, o como empezar a ser discipulado”. Es muy importante que los niños, desde su más tierna infancia, sean guiados en un tipo de vida saludable desde los puntos de vista físico, emocional y espiritual. Nunca ha habido una pareja que empiece muy temprano a instruir a sus hijos para que tengan una vida valiosa.

Esas lecciones de la niñez y la juventud, cuando son recordadas años más tarde, tienen la tendencia de hacer que los hijos vuelvan a la fe y al tipo de vida que los ilumino en el círculo de la familia en que crecieron

 

Rev. Alfonso Díaz – IBHVI

 

Los Fundamentos de la Familia Cristiana

PARTE III

Muchos matrimonios son disueltos por causas que los tribunales de divorcio llaman incompatibilidad o diferencias irreconciliables. A menudo estas parejas se divorcian porque ninguno de los cónyuges quiso cooperar para resolver los problemas y allanar las diferencias.

Los planes de Dios son que el esposo complemente a la esposa y que la esposa complemente al esposo. Sin embargo, esta compatibilidad en el matrimonio no se alcanza a través de un proceso automático. Lleva tiempo hacer los ajustes necesarios para poder vivir juntos y en armonía. Las ilusiones y esperanzas desarrolladas durante el noviazgo a menudo son frustradas y disipadas por la rutina de la vida cotidiana ya casados. Algunos matrimonios degeneran de un estado de encanto a otro de desencanto.

La compatibilidad empieza cuando cada uno esta dispuesto a comprenderse a si mismo y al otro cónyuge. Cada uno debe estar dispuesto a aceptar al otro como es. Todas las ideas y suposiciones deben ser analizadas con realismo. Hablar honestamente entre ellos con el Señor, es el camino para la solución de los problemas que causan la incompatibilidad en los matrimonios.

El matrimonio fue pensado para los hijos de Dios. Se origino en el pensamiento mismo del Creador y es sancionado en el cielo para que sea practicado en la tierra con reverencia y responsabilidad.

 

Rev. Alfonso Díaz – IBHVI.

Los Fundamentos de la Familia Cristiana

PARTE IV

Es interesante notar que el imperativo de dejar padre o madre para unirse uno al otro en el matrimonio, fue pronunciado por Dios antes de que existieran padres o suegros a los cuales dejar. Dios, en su suprema sabiduría, comprendió por anticipado que surgirían conflictos entre las diversas generaciones si la joven pareja no estaba en libertad de separarse de su familia de origen para formar su propia familia. La decisión de dejar a sus padres y unirse a su cónyuge debe ser tomada antes del matrimonio. De otro modo, serán abundantes los conflictos.

Los padres deben empezar lo antes posible a instruir a sus niños y jóvenes sobre la manera de cuidar de si mismos cuando sean mayores, a fin de que tengan principios sólidos cuando tengan que casarse y formar su propia familia. Deben aprender a tomar decisiones y ser responsables por su propia conducta, además de cooperar en las diferentes tareas del hogar, tal como se espera de ellos y de acuerdo con el tipo de cultura en que se eduquen.

Los principios de “dejar” y “unirse” tienen sentido psicológico y también físico. Los hijos (especialmente los cristianos) deben honrar a sus padres y respetarlos en todo momento y a cualquier edad. Sin embargo, no deben permitir que su nueva unidad familiar este dominada o sea influida por las presiones de los padres de ninguno de los cónyuges.

Cualquier intervención de los padres que no permita que la pareja discuta sus problemas y los resuelva en privado, interfiere con las decisiones personales de la nueva familia. El amor demanda de los padres que tengan la suficiente confianza en sus hijos para dejarlos resolver sus propias dificultades. Cuando los padres han cumplido con su misión de educarlos debidamente en su hogar, no se sienten obligados a interferir cuando la joven pareja no los consulta para la resolución de sus problemas matrimoniales. Lo opuesto a esto también es verdad: si los padres no desempeñaron su papel en la debida forma, se sentirán tentados a intervenir y querer resolver todos los problemas de la nueva pareja.

 

Rev. Alfonso Díaz – IBHVI

Los Fundamentos de la Familia Cristiana

PARTE V

YA NO SON MAS DOS SINO UNO

En el matrimonio cristiano el hombre y la mujer se funden en una unión de cuerpo y mente de la cual surge una nueva entidad. Se convierten en algo más que la reunión de dos solteros que se han casado. Ya no son dos, sino una sola cosa. Se convierten en una sola carne, y consuman su amor en una relación nueva y viva.

La unión puede realizarse en cuanto a lo físico, las metas de la vida, el sentimiento, el amor, la adoración y varios aspectos más.

Ninguno de los cónyuges debe perder su individualidad en el matrimonio. Cada uno debe retener su propia identidad, expresada en su trabajo, sus entretenimientos y sus amistades, siempre y cuando todo esto no interfiera con sus relaciones matrimoniales. Lo importante es que ambos puedan aprender a crecer individualmente, mientras cooperan al fortalecimiento de su matrimonio.

Perfectamente unidos, los conyuges podrán reunir las peculiaridades de la masculinidad y de la feminidad en una combinación de los propósitos que caracterizan tanto al esposo como a la esposa. Las metas individuales se convierten en subsidiarias de los objetivos del matrimonio. Los talentos y las energías de ambos son canalizados hacia el desarrollo y bienestar de la nueva relación (Filipenses 2:3, 4).

 

Rev. Alfonso Díaz - IBHVI

Los Fundamentos de la Familia Cristiana

PARTE VI

(6) Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. (7) Por esto dejara el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, (8) y los dos serán una sola carne; así que no son ya mas dos, sino uno. (9) Por tanto, lo que Dios junto, no lo separe el hombre.

La Santidad de la Familia

Físicamente, una persona nace masculina o femenina. Cada uno desarrolla la apropiada masculinidad o feminidad a través de las interacciones familiares y comunitarias. Estas características han de combinarse en una nueva relación para aumentar la riqueza de un matrimonio heterosexual. Los matrimonios homosexuales no están autorizados en la Biblia. Al contrario: son condenados (ver Romanos 1:24-32). El mismo termino “matrimonio” requiere de las participación de hombre y mujer.

En lugar de pensar en los sexos masculinos y femeninos como opuestos, es más bíblico concebirlos como sexos complementarios. Cada uno de los dos que participan en la nueva relación aporta sus características peculiares para constituir la nueva identidad que ambos han decidido formar.

Por naturaleza, los hombres y las mujeres son diferentes física y emocionalmente. Piensan en forma diferente; además de que su fortaleza y sensibilidad difieren en grado. Su cuerpo en construido con un propósito diferente. La fuerza y la constitución muscular del hombre le ayudan para la productividad en su trabajo, mientras que el cuerpo femenino ha sido diseñado para procrear y alimentar a sus hijos con gracia y cariño.

Con la combinación de esas peculiaridades de cada uno de los cónyuges en una relación armoniosa en la cual Cristo es el Señor, se llega a descubrir la plena dimensión de la felicidad matrimonial (Mateo 19:4-6).

Diseñados para Comprenderse

Ya hemos señalado que la razón principal por la cual fue creada la mujer, fue ayudar al hombre a remediar su problema de soledad. De manera que el principal propósito del matrimonio es la existencia de compañía. La comunión que se desarrolla entre los esposos que se aman mutuamente y pueden mantener sus canales de comunicación abiertos para entenderse entre si, es un tesoro de gran precio.

Todo el propósito del noviazgo y el compromiso es permitir a los jóvenes una oportunidad de desarrollar un buen modelo de comunicación que pueda expresar al máximo las dimensiones de su comunión y su intimidad, si por fin deciden casarse. Desafortunadamente es la pareja que se apresura al matrimonio sin haber establecido primero un sistema de comunicación que permita y fomente el desarrollo de la intimidad en el matrimonio.

Se estima que el ochenta y cinco por ciento de las parejas que solicitan consejo matrimonial manifiestan que su problema básico es que son incapaces de comunicarse. Para que las relaciones de una pareja lleguen a desarrollarse y madurar, ambos integrantes deben interesarse en iniciar lo antes posible un estado de franca amistad, abierta a la comunicación sincera.

Los matrimonios que estén experimentando depresión en sus relaciones harán muy bien en observar y examinar sus sistemas de comunicación. Es necesario un examen cuidadoso de los sistemas de comunicación entre las parejas y las familias para poder desarrollar estrategias que conduzcan a la armonía y la felicidad en los hogares. Ninguna relación matrimonial esta fuera de la posibilidad de ser restaurada, si los cónyuges están dispuestos a adoptar un método cristiano de comunicación entre si.

 

Rev. Alfonso Díaz – IBHVI

Los Fundamentos de la Familia Cristiana

PARTE V11

 

Hubo un tiempo en que la gente pensaba que si una pareja asistía a la iglesia por lo menos tres veces a la semana y daba los diezmos, estaría inmune o exenta de problemas matrimoniales y familiares. Ahora sabemos que eso no es verdad. Los hogares cristianos están enfrentando serias dificultades. Muchas parejas de creyentes han llegado hasta el divorcio.

¿Cuáles suelen ser las causas del divorcio entre parejas cristianas? Ciertamente, la influencia de un mundo impío esta haciendo su efecto. Algunos creen que esto obedece a que han desaparecido muchas exigencias morales. Otra razón podría ser el hecho de que hemos descuidado la importancia de algunos ministerios de la iglesia que pueden ayudar a enriquecer el matrimonio y la familia cristiana.

Para remediar esta situación debe haber un retorno a la enseñanza y la predicación bíblicas sobre la santidad del matrimonio y los valores de la familia. Los líderes cristianos deben estar dispuestos a expresarse en contra del divorcio y las segundas nupcias y, si fuera necesario, tomar algunas decisiones que pudieran resultar impopulares. La iglesia debe esforzarse en ayudar más y establecer nuevos programas para fortalecer los lazos familiares por medio de retiros matrimoniales, conferencias familiares, libros y otros recursos de educación y enriquecimiento de la familia cristiana.

Dios no tuvo la intención de crear el matrimonio para que terminara en divorcio. Es mas, Dios aborrece el divorcio. Malaquias 2:14-16 nos muestra que el divorcio es una deslealtad al cónyuge. La dureza del corazón humano fue el único motivo que obligo a Moisés a autorizar renuentemente la carta de divorcio (Mateo 19:6-9).

El Antiguo Testamento permitía las segundas nupcias después del divorcio, pero a un sacerdote se le prohibía tomar como esposa a una mujer divorciada (Deuteronomio 24:1-4; Levítico 21:7). Jesús también permitió que un cristiano se divorciara de su cónyuge, pero únicamente si había habido infidelidad sexual (Mateo 5:32; 19:9). Su enseñanza básica se pronunciaba en contra de las nuevas nupcias de personas divorciadas (Marcos 10:11, 12; Lucas 16:18), pero en Mateo 19:9 agrega una frase que establece una excepción. Pablo también advirtió a los lideres espirituales acerca de sus relaciones matrimoniales (1 Timoteo 3:2, 12; Tito 1:6).

El plan original de Dios era y sigue siendo que los cónyuges se amen y permanezcan unidos en matrimonio hasta que la muerte los separe. Lo que El desea es que entre los esposos se desarrolle un espíritu de comunicación que los lleve a sentirse como los más grandes amigos por toda la vida.

Jesús reitero que la voluntad de Dios es que prevalezcan la armonía y la felicidad en el matrimonio y la familia. El paso todo el tiempo de su ministerio terrenal ilustrando los principios del reino de los cielos, que nos enseñan como pensar y vivir a fin de perpetuar el matrimonio cristiano como Dios lo planeo.

 

Rev. Alfonso Díaz - IBHVI

 

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