Amistades chismosas Pregunta al  Sr. Palau: Sr. Palauo:  Algunas personas amigas de nuestra familia están pasando chismes falsos acerca de mi hermana y de mí. Esto ha llegado a oídos de nuestros padres, quienes nos llamaron y sin hacernos preguntas nos pegaron. ¿Qué podemos hacer? ¿Hay alguna forma de que nuestros padres quieran averiguar la verdad?   Respuesta: Estimadas señoritas, la Biblia condena al chismoso con palabras muy fuertes. En el libro de Proverbios capítulo 10 dice: “El que encubre el odio es de labios mentirosos y el que propaga calumnia es necio”. En Proverbios capítulo 2, el sabio Salomón dice: “El que habla verdad declara justicia, mas el testigo mentiroso, engaño”. Y en Proverbios capítulo 20 leemos: “El que anda en chismes descubre el secreto; no te entremetas pues, con el suelto de lengua”. Estos chismosos tendrán que vivir con las consecuencias de sus mentiras. Pero habría que aclarar la situación. Les sugiero, en primer lugar, que hablen con sus padres y les expliquen en detalle lo que pasó. En segundo lugar, para aclarar totalmente la situación ustedes y sus padres deben ir a hablar con las personas que están pasando los chismes, si en realidad son chismes, sus padres comprobarán la verdad después de la confrontación con dichas personas. La Biblia enseña que Dios ama la justicia y la verdad. Sin embargo, hay algo que no comprendo. ¿Por qué sus padres les pegaron si no eran más que chismes? Pareciera que sus padres no tienen mucha confianza en ustedes. Por otra parte es obvia la falta de comunicación entre ustedes y sus padres. Dice la Biblia en Efesios capítulo 6: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te vaya bien y seas de larga vida sobre la tierra”. Mi consejo final es que sepan seleccionar sus amistades. Si ustedes saben comportarse correctamente en ... ... todo, podrán darse cuenta cuando otros no se comportan debidamente. Y recuerden lo que dice Proverbios capítulo 20: “No se junten con los sueltos de lengua y así tendrán una vida mucho más tranquila”. Vivan sus vidas de acuerdo con la voluntad de Dios. Y Su voluntad se conoce cuando Cristo controla el corazón. Pídanle a Cristo que venga a morar a sus corazones y dejen que Él controle sus vidas.