Lunes, 7 de junio de 2010

Compasión sin medida

Léase Romanos 7.14- 8.2

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús...porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

-– Romanos 8.12 (RVR)

AÚN recuerdo el aspecto desesperado y vulnerable en los ojos de Frank cuando abrí su puerta ese domingo. Esperaba ver a mi amigo cuadriplégico vestido y listo para acompañarme a la iglesia. En cambio, el cuerpo de Frank yacía rígido y sudando bajo su sábana. Una bolsa llena de orina y un vaso vacío significaba que ¡ningún asistente había venido a cuidarlo! Un error en el itinerario de trabajo había dejado a Frank solo e ignorado por horas, incapaz de hacer lo más simple por sí mismo. Con la boca deshidratada, había clamado por ayuda. Aunque ningún oído humano lo había escuchado, ¡Dios lo había escuchado! Él expresó su gratitud y alivio cuando avancé a ayudarlo, completamente llena de compasión.

 

La situación me recordó mi dependencia espiritual de Dios. Necesito de un Salvador que haga lo que no puedo hacer por mí misma: lavarme del pecado. Pero el amor de Dios y su compasión van más allá de lo que sentí por Frank ese día. Dios fielmente nos ayuda aun cuando otras personas fallan.

Sra. Jocelyn Davis Rezek (Carolina del Norte , EUA)

Oración:

 

Gracias, Salvador, por rescatar al necesitado, al que está solo y a quien está sin ayuda de otras personas. Amén.

PENSAMIENTO PARA EL DÍA El amor de Cristo hace lo que no puedo hacer por mí misma.

OREMOS:

Por una persona discapacitada que vive sola.

http://www.gabitogrupos.com/ElpoderdelaMujerqueOra/