Pàgina principal  |  Contacte  

Correu electrònic:

Contrasenya:

Inscriviu-vos ara!

Heu oblidat la vostra contrasenya?

El poder de la Mujer que Ora
 
Novetats
  Afegeix-te ara
  Plafó de missatges 
  Galeria d’imatges 
 Arxius i documents 
 Enquestes i Tests 
  Llistat de Participants
 Alumbrando Tu Corazòn.... 
 Pide Aqui Tu Oraciòn 
 VARIOS MODELOS DE ORACION 
 Promesas de Dios para Ti.. 
 Recurso La Biblia en Lìnea 
 Devocionales 
 Reflexiones 
 Reflexiones Dr. Josè Luis Gònzalez 
 Mensajes para alentar tu vida 
 Mensajes para la mujer 
 Mensajes Para la Familia 
 Estudios Bìblicos 
 Testimonios 
 Deja Versìculos Bìblicos 
 Sòlo Postales Bìblicas 
 Sòlo Mensajes de Alabanza y Adoracion 
 Poemas Cristianos 
 Hogar-Cocina-Belleza-Tips 
 Sòlo Mùsica Cristiana 
 NUESTRO REGLAMENTO. 
 DECLARACIÓN DE FE 
 HAS PACTO DE AMOR CON EL SEÑOR. 
 CARTA DE UN NIÑO. 
 
 
  Eines
 
General: max lucado
Triar un altre plafó de missatges
Tema anterior  Tema següent
Resposta  Missatge 1 de 1 del tema 
De: esperanzaotoñalcaribe  (Missatge original) Enviat: 02/10/2015 19:37
Max Lucado escribió: “Un día, me levanté temprano para ir a una reunión… y encontré un paquete de galletas. El día anterior, nuestra hija había acudido a una venta de galletas, por lo que pensé que las había puesto para mí. Comí una… una textura interesante… Comí una segunda… con café estaban mejor. Me llevé una tercera para el camino, y me habría llevado la cuarta, pero era la última que quedaba. Más tarde llamó mi mujer por teléfono: Parece ser que alguien ha tocado la bolsita, dijo. Fui yo, le admití, “He comido galletas mejores, pero no estaban mal”. ¡Pero si no eran para ti!, contestó ella, ¡eran galletas caseras para los perros!. Durante todo el día me rasqué la barriga, tuve un tic nervioso en la pierna y una sed insoportable. Tenía que haber consultado a la cocinera


Primer  Anterior  Sense resposta  Següent   Darrer  

 
©2024 - Gabitos - Tots els drets reservats