Con la sonrisa colgando
debajo de la nariz,
escuchaba las preguntas
el amigo Jose Luís.
¡Y qué carita de pena,
cuando hablaba el albañil
que llevaba un año en paro,
sin tener de qué vivir!
-Vuestros males son mis males,
os podéis fiar de mí
cuando os digo que, del bache,
pronto vamos a salir.
-Pero, ¿Cómo hemos entrado?
porque, allá, en el mes de abril,
prometías pleno empleo,
capullito de alhelí...
-Todo viene a consecuencia
de la crisis irakí...
tomen nota, que lo explico:
"Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si..."
Está todo controlado,
y les puedo ya decir
que es un año lo que queda
de pasar las de Caín...
Cuando acabe el 2009,
volveremos a vivir
como curas -pero en laico-
(salvo algunos en Madrid,
que, por fachas y peperos,
no podrán sobrevivir
sino a base de pan duro
y verduras sin hervir)
-Presidente, que los bancos
no dan un maravedí...
que los guardan bien guardados
en el cofre aquél del Cid.
-No te apures, ciudadano
con el vicio de pedir:
Los arroyos que se secan,
pronto vuelven a fluir.
Hemos dado pasta a manta...
Hemos dado por ahí
tal fortuna a los amigos
del oficio de Botín...
que, algo, fijo que les sobra:
Si lo encuentras, para tí.
Vuelve a casa Zapatero
en su limusina gris,
libre al fin de la presencia
de esa plebe tan cerril.
Y, secándose la frente,
dice el Presi para sí:
¡Cómo mira esa gentuza!
¡Cuánta inquina contra mí!
(Y eso, que eran ‘escogidos’...
que, si llegan a salir
sin filtrar... me despellejan)
Has cumplido, Jose Luís:
Un melón con sal de cena...
un tebeo y a dormir.
un tebeo y a dormir.