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General: LA PALABRA DIARIA MES DE JULIO
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| De: TATIS-7 (Missatge original) |
Enviat: 04/07/2019 03:49 |
Gracia
Acepto el don de la gracia de Dios.
La parábola del hijo pródigo ilustra la gracia de Dios. El hijo, al regresar a la casa de su padre, no tuvo que recorrer toda la distancia solo. Su padre corrió a su encuentro para darle la bienvenida, abrazarlo y ofrecerle sustento.
La naturaleza de Dios es amor, y la gracia es una expresión del amor divino dado incondicionalmente. Si acaso no estoy consciente de la presencia de Dios en mí, el don de la gracia me trae de nuevo a casa, de nuevo a la Verdad. Un poema de Unity muy conocido dice: “Aunque falles en encontrarme, Yo nunca dejo de encontrarte. Aunque tu fe en Mí es insegura, Mi fe en ti nunca flaquea, porque te conozco, porque te amo. Mi bien amado, estoy aquí contigo”.
Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y fue movido a misericordia.—Lucas 15:20
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De: TATIS-7 |
Enviat: 07/07/2019 17:04 |
LA SABIDURÍA Y EL AMOR DIVINOS GUÍAN MIS PENSAMIENTOS, PALABRAS Y ACCIONES.
El saber que cada atributo de Dios busca expresión en mi vida como yo, aun en las decisiones y los acontecimientos más triviales, me empodera. Soy llamado a tomar más conciencia de mi naturaleza divina y desarrollar sus cualidades.
Primero dejo ir cualquier creencia y pensamiento limitativos y alineo mi mente y corazón con el fluir constante de ideas de la Mente Divina. Mi conciencia de la Presencia infinita se profundiza y fortalece.
Poco a poco, aprendo a confiar en la sabiduría y el amor divinos que siempre están disponibles para guiar mis pensamientos, palabras y acciones. Al darme cuenta del poder infalible de Dios, avanzo con fe, visión y propósito.
En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma. Me guiará por sendas de justicia.—Salmo 23:2-3
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De: TATIS-7 |
Enviat: 29/07/2019 17:57 |
DIOS EN MÍ ES MI CONSUELO.
Existe una solución divina para cada problema humano. Esa solución es liberada gracias a la acción dinámica del confortador del que Jesús habló, que es la actividad de Dios en mí. Dios no está separado de mí, sino más cercano que la respiración —una presencia que consuela y protege, que fluye en mí y como yo para satisfacer cada una de mis necesidades.
Siento consuelo al saber que el poder de lo Divino cobra vida en mi mente y se expresa en mi mundo. La promesa del amor de Dios mantiene mi fe firme. Siento seguridad cuando tengo presente que el Cristo en mí me ofrece todo aspecto de lo Divino: fortaleza, sabiduría, fe, amor, poder y más. Ante cualquier situación humana, recibo consuelo sabiendo que nunca estoy solo.
Muéstrame tu misericordia, y ven a consolarme, pues ésa fue tu promesa.—Salmo 119:76
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