Bud de Alcor Zeta " Reportándose "

 

 

" Iniciando Tarea "

La hermosa platea observa con silente actuación lo sucedido en la tierra, perenne, llena de mortales sentimientos, escondidos deseos, y perfidia humana, sin embargo, por más que se esfuerce sus líneas de plata no logran penetrar aquella penumbra que rodea aquella arcaica tierra que se encuentra al norte mismo de la tierra, lugar de poderosos guerreros, escondidos pueblos, y de quienes se cree, son descendientes directos de las mismas huestes de Odín, aquella noche como todas las noches, las estrellas no se ven, la luna apenas si tímida alcanza a reafirmarse sobre las cándidas nubes brumosas, disco frio que solo proyecta escasa y nula iluminación, tan triste la imagen como la que se encuentra en aquel momento, …

Recargado en el dintel de aquella cabaña, donde apenas logra observarse un pequeño fuego, que saca un escaso humo sobre la chimenea del hogar, el varón de una cabellera turquesina, argelina, aquellos ojos tan nítidos como el mismo hielo que lo rodea, la mirada adusta, la cara enhiesta parecen ensimismados, mirando todo, sin mirar a nadie, vagos recuerdos acalambran su mente, en la lozana lejanía de aquella marquesina que envuelve la cabaña se observan dos montículos que poco a poco se han ido cubriendo más y más nieve, haciendo que crezcan ya en mayor comparsa a su inicio, pero no pierden su función, ni lo que proyectan, dos tumbas, una al lado de otra indicando que los ahí yacidos, son o eran pareja,

El puño izquierdo se cierra con una fuerza, las uñas laceran la piel con total laconismo, -- Padre. – suspira con tremor al pronuncia la segunda palabra – Madre – y es entonces que sus recuerdos toman mejor forma, el monte, la cañada, el galope de los galgos, las correrías de las liebres, la nieve por doquier, y el olor a pino fresco, mas siempre el calor, el calor del regazo materno, aquella diáfana mujer que abnegada le proveía con escases de todo cuanto aquel varón deseaba, más en aquellos momentos de indulgente felicidad no necesitaba nada más, si en los poblados la vida era dura, en los alrededores era aún mas difícil poder sobrevivir, los trémulos recuerdos ahora evocan el día en que se perdió aquella felicidad …

Que difícil era darse cuenta de la realidad,… -- Al fin acabe – indicaba el varón al terminar de cortar la leña para aquel día, su madre habría de preparar algún estofado con carne, pues habían inmolado un conejo para tal acción de los que cuidaba la familia en la parte de atrás de la cabaña, feliz regresaba con su ato de leña, cuando una jauría de perros de caza llegaba ladrando y entonces trepado en un árbol, lo vio pasar, y sus ojos centellearon con una desazón emocional, su corazón latió a mil por hora, era su décimo tercer aniversario, aquel día, era su fiesta de varón, por eso llevaba la leña para elaborar la comida ceremonial, su perspicaz vista lo grabo en su mente, como si se estuviera asomando al espejo del rio congelado, se veía así mismo, montando un caballo de tiro, oscuro como la noche, de crin azabache y fuerza en sus cuartos traseros dispuesto siempre al acecho, a la carrera, lo domaba con una mano, mientras en la otra llevaba la ballesta de caza, ¿ Quién era él ?. como pudo bajo del árbol, y corrió como una exhalación, olvidando los troncos de árbol que debía de llevar….

Entro como tromba en la cabaña, -- Madra… Madre!!! – repetia por todos los lados, la hayo junto a la lumbre, … -- Y la leña; Bud? – preguntaba, mientras que el joven se observa a si mismo sin nada en las manos… no sabia que decir, ni como enarbolar su pregunta… los trémulos ojos la observan directamente, sin decir palabra, es entonces que la madre entiende que algo ha cambiado en aquel pequeño, aquel niño que ahora le mira como si hubiera visto un fantasma, se queda callada, esperando que su hijo decidiera hablar, el Padre entra, -- Que pasa Mujer ? – cuestiona al observarlos dentro en aquella posición, observa a la mujer, observa al niño que en ese dia se hace hombre, por toda respuesta aquel inicia con voz pausada, casi metódica – He visto a alguien en el bosque, idéntico a mí, pero iba muy bien ataviado, iba muy bien vestido, ricamente enjoyado, como puede ser esto posible? – aun desconcertado no sabe que pasa en su vida, los padres le observan, los padres se observan entre ellos, y callan….

El silencio le mata, los mira a uno y a otro, -- Madre que pasa ? – vuelve a inquirir el varoncito, es entonces que los padres deciden decirle que no es su hijo realmente, deciden decirle el origen desconocido que tiene, y como es que en lunas anteriores, el señor le recogió de una ensenada congelada, y que ellos al no tener hijos decidieron adoptarlo como tal, decidieron contarle que había sido abandonado, pero que no sabían porque ni por quien, Bud cavilaba sobre las palabras dichas, recordaba vestigios de aquellas vivencias, pero creía que solo habían sido producto de una cruel pesadilla, soledad, una soledad infinita, después unas manos callosas, y un regazo cálido que le alejo de la frialdad del entorno, los padres deciden contarle entonces aquella vieja y hostil costumbre de su pueblo,

El padre le toma del hombro y le indica – Siéntate --, Bud aun ensimismado obedece, -- hay una costumbre que aún se practica por los familias más potentadas de Asgard, -- continua mientras Bud pone la mayor atención posible sin dejar de temblar ante tantos descubrimientos y emociones – Cuando nacen dos gemelos, se dice que es una maldición para la familia el de criarlos como es debido, y que traerá sobre ellos malas fortunas y desgracias, por lo que siempre se opta por dejar morir a uno de ellos, generalmente es al segundo, -- los puños de Bud se cierran con rabia, con coraje, anidando en su pecho un odio de súbito hacia aquellos que le abandonaron, su padre continua – Si es cierto lo que dices, y has visto a un joven igual a ti en aquel lugar, es muy seguro ciertamente, que tu también hayas sido abandonado en el lugar en que yo te encontré, para que murieras – con lágrimas en los ojos el padre observa a su hijo, sin dejar de tenerle por el hombro, tratando de suavizar todos aquellos momentos para Bud…

Una gris lagrima cae de nuevo por aquella mejilla, ahora el chiquillo de trece años se encuentra en el dintel de pórtico, rememorando aquellas emociones, les había prometido a sus padres no ir a los poblados por temor a que alguien le descubriese y decidiera matarlo, para así llevar a cabo lo que por designio tenía que pasar, sin embargo, ahora algunos días antes, sus padres habían pasado el camino del arcoíris, la hija de loky les reclamaba, y ellos habían partido a verle, la brisa que lleva pequeños copos de nieve revueltos, sigue danzando alrededor de la casa.

En la casa ahora ya no hay nadie, en la casa el ultimo leño termina por crepitar y arrojar solo una bocanada mas de humo y ceniza, las pisadas que va dejando tras de si, se van perdiendo con el viento que lleva polutas de nieve y hielo, envuelto en una frazada oscura, los ojos del adalid que no fue reconocido como hijo, observan un camino, al llegar a la encrucijada del mismo, donde hay dos vertientes, el sabe que su destino esta en juego, hacia el norte, llegar al valhalla, sin saber que puede hacer, y quizás hasta lo pueden matar, hacia el sur, el trópico, nuevos horizontes, donde no es conocido, donde puede quizás comenzar una nueva, vida, donde no sabrá nada de su pasado…

Sus pasos se dirigen hacia el norte, ¿ Quién soy, de dónde vengo? Son las preguntas que atraviesan y taladran su mente, quizás el destino pudiera respondérselas, quizás la muerte pudiera respondérselas, quizás y solo quizás en su camino hallara las respuestas, o puede que haya algo más.  La figura se pierde en el camino, se difumina en el oleaje de la tormenta que amaina, que arrecia, sin nada que le ate a la cabaña, queda solitaria, como solitario va el, sin un destino fijo, pero con el corazón lleno de odio, soberbia y melancolía.  

• En primer lugar, permíteme felicitarte por tu misión, la historia es muy envolvente, grata, contiene mucha trama de lo expuesto en la serie en cuanto a los sentimientos de Bud, sus ansias por superarse a sí mismo y a su hermano gemelo, Zyd. También devela las dudas que circundan alrededor de Bud, los motivos por los cuáles lucha, su inflexible determinación, su dureza, e incluso, su misma soledad. Por lo mismo, reitero que hiciste un trabajo impecable, que se notó que te tomaste el tiempo para elaborarlo, y que estoy completamente satisfecha con el resultado, salvo algunos detalles que aclararé en los siguientes puntos.
• Bud, como recomendación te sugiero para próximas ocasiones hacer entrega de la misión en un documento de word, ya que así hay menos desorden, y por supuesto es mucho más atractivo de leer, cuando se hace un documento generalmente se resaltan determinados detalles, y el entendimiento o encanto del mismo es mucho más dinámico.
• Noté en tu misión que te hace falta manejar algunos detalles de puntuación, a esto me refiero con las pausas cuando vas a cambiar de una idea a otra para que el contexto no se vea afectado de forma tan radical. Había momentos en que estaba siguiendo una idea de Bud y de repente me encontraba con una de la madre o del padre, y aunque se sobreentiende, no está de más corregir esos detalles.
• Siguiendo la línea del comentario anterior, te sugiero que para los diálogos de los personajes utilices turnos exclusivos para cada uno o intentes darles una mayor diferenciación dentro del contexto, ya que había instantes en los que se entendía que el que hablaba no era Bud, sino su madre o su padre, pero la estructura como tal del texto era tan de corrido que se tornaba desorientador y confuso.
• Basándome en los puntos anteriores, debo decir que a tu misión le otorgo 6 PE debido a los errores que mencioné anteriormente, los cuales estoy completamente segura que pulirás en las siguientes tareas.

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  Hilda de Polaris - Sacerdotisa de Odín
  "No hay mayor honor que éste, atenuar la desdicha con valentía y devoción a mi bella Asgard"