Los ángeles no siempre tuvieron alas.
Los primeros ángeles que conocemos no tenían alas.
La tradición judía los describe con una apariencia similar a los seres
humanos. Pero, luego, por su naturaleza luminosa, comenzaron a ser representados
con alas y vestimentas radiantes. Tal vez las alas les fueron creciendo más tarde, producto de su necesidad
de llegar cada vez más rápido a prestar servicio a la humanidad... Las alas y aureolas de los ángeles judíos aparecieron recién en el primer siglo
del cristianismo. En cambio, en el valle del Eufrates, se descubrió una estatuilla de piedra que
representa a una figura alada que data de hace 4.500 años. Los sumerios creían en la existencia de siete paraísos. La estatuilla representa a un ángel sacando agua (el líquido de la vida)
de uno de esos paraísos para verterla en la copa del rey, un hombre. Otra figura originaria de la Mesopotamia que podría ser la primera
representación angélica, es la del muy conocido "león alado". Isis, en Egipto y Hermes en Grecia, eran también representa- dos con alas.
No casualmente sus funciones eran las de proteger y transmitir
mensajes a los hombres. Cuanto más se retrocede en el tiempo, más se desdibuja la figura
de los ángeles y se confunde con la de los "manes",
las almas de los difuntos divinizadas.
De la red.
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