Tengo tantas ganas de hablarte de frente pero te escabulles entre la historia que mal cuentan los que claman tu presencia y que se engañan vistiendote y llamandote de mil formas.
Te haras presente cuando en el templo ya no haya escombros y no me econtraras de rodillas porque para entonces el Cielo habra bajado o yo habre subido.
Marita