¡Qué no te coma el polvo!

Si quieres ganarle la partida al polvo doméstico planifica tu limpieza semanal siguiendo estos sencillos pasos.

 1. Ventila 30 minutos al día.  Es el primer gesto conviene abrir las ventanas y ventilar bien todas las estancias de la casa al menos durante media hora. De este modo evitarás que el polvo se quede flotando en el ambiente cuando se realiza la limpieza.

2. Utiliza el material adecuado. ¡Olvídate del plumero! Así sólo conseguirás levantar una polvareda considerable y en pocos minutos las partículas que dan quedado en el aire se volverán a depositar en los muebles.

Lo mejor es que utilices un trapo húmedo que atrape las partículas adheridas a los muebles, trapos antiéstaticos o una gamuza atrapa polvo desechable. Para limpiar el suelo puede usar una mopa tradicional.

Otra opción es aspirar el polvo de toda la casa semanalmente. Aunque lo ideal para que sea realmente eficaz es utilizar una aspiradora que consiga retener todas las partículas de polvo que aspira.

Las aspiradoras que funcionan con agua y, por lo tanto, con vapor suelen capturar hasta la más mínima partícula de suciedad, seca o húmeda. Además, ayudan a purificar el aire, eliminando ácaros, polen y esporas. Son los modelos perfectos para las casas donde haya algún alérgico.

3. Limpia de arriba abajo. Debes empezar limpiando las superficies más altas como las estanterías, las partes altas de los muebles de cocina y los armarios del dormitorio, porque de lo contrario, el polvo caerá sobre las superficies que ya has limpiado.

[Relacionado: Consejos para combatir la alergia al polvo]

No olvides repasar los zócalos, los marcos de las puertas, las lámparas (incluías las bombillas, ya que el polvo disminuye la luz en hasta en un 40 por ciento), embellecedores y picaportes.

Además, te convendría utilizar estos trucos para combatir de forma eficaz y de una manera muy sencilla las alergias provocadas por el polvo doméstico:

• Aspirar los colchones para retirar las células de piel muerta, principal alimento de los ácaros. Es recomendable aspirarlos intensamente por ambos lados dos o tres veces al mes.
• Reducir el número de superficies y objetos de decoración que puedan atraer el polvo.
• Mantener un ambiente luminoso ya que la luz del sol mata a los ácaros.
• Aspirar las cortinas porque pueden albergar polen. Aspíralas (las persianas también) de arriba abajo. Y cada dos años descuégalas primeras y llévalas a la tintorería.
• Lavar habitualmente las mantas, las sábanas y los edredones a una temperatura de unos 60º.