La Reina Blanca y el viaje mental en el tiempo
Es un tipo de memoria muy pobre la que sólo funciona hacia atrás, sostiene la Reina Blanca.
— Es un tipo de memoria muy pobre la que sólo funciona hacia atrás— replica la Reina.
— ¿Qué tipo de cosas recuerda mejor?— se aventura a preguntar Alicia.
— Oh, las cosas que ocurrirán la semana que viene después de la siguiente”, respondió la reina en un tono despreocupado.
En su viaje, Alicia sostiene largas discusiones con la Reina Blanca.
Ella es una de las creaciones más desconcertantes de Carroll, alguien que asegura tener una extraña capacidad de previsión.
“Desde mediados del año 2000 los neurocientíficos comenzaron a darse cuenta de que la memoria no sólo tiene que ver con el pasado, sino que también ayuda a actuar de forma apropiada en el futuro”, dice Eleanor Maguire, del University College de Londres, quien con frecuencia se refiere a la Reina Blanca para ilustrar la idea.
Desde mediados del año 2000 los neurocientíficos comenzaron a darse cuenta de que la memoria no sólo tiene que ver con el pasado, sino que también ayuda a actuar de forma apropiada en el futuro
Una posibilidad es que imaginamos el futuro tirando de nuestros recuerdos y uniéndolos en un montaje que podría representar un nuevo escenario.
De esta manera, la memoria y la previsión utilizan “el mismo tiempo de viaje mental” en las mismas áreas del cerebro.
Maguire, por ejemplo, ha estudiado a pacientes con daño en el hipocampo, lo que significa que no pueden recordar su pasado. Sin embargo, la experta descubrió que estos también tienen problemas para pensar en futuro.
“Les pedimos que imaginen que se encuentran con un amigo la próxima semana y simplemente no podían hacerlo”, explica.
Lo mismo ocurrió cuando les dijo que imaginaran la visión futura de la orilla del mar. “Sabían que habría mar y arena, pero no podían visualizarlo en su mente”, añade.
En otras palabras, sus pacientes, a diferencia de la Reina Blanca, están atrapados para siempre en un eterno presente.
¿Puedes pensar en cosas imposibles?
—No sirve de nada intentarlo—, dijo Alicia. — No se puede creer en cosas imposibles.
— Me atrevería a decir que no tienes mucha práctica—, respondió la Reina. — Cuando tenía tu edad lo hacía durante media hora al día. A veces creía hasta en seis cosas imposibles antes del desayuno.
Las aventuras de Alicia están llenas de encuentros surrealistas
Continuando con su exploración de la imaginación humana, la Reina ensalza las virtudes de pensar en lo imposible.
A ese capítulo hace referencia Gopnik, quien leyó la obra de Carroll por primera vez cuando tenía tres años y ahora se dedica a estudiar cómo construimos la imaginación.
La experta ha descubierto, por ejemplo, que los niños que juegan a “creer lo imposible” tienden a desarrollar una capacidad cognitiva más avanzada.
Entre otras cuestiones, entienden mejor el pensamiento hipotético y también las motivaciones y las intenciones de los demás.
“Mucho de lo que hacen en el juego de la simulación es plantear una hipótesis y seguirla hasta una conclusión lógica”, explica Gopnik.
Las aventuras de Alicia están llenas de encuentros surrealistas que podrían ayudar a cualquiera a desarrollar esas habilidades.
Travis Proulx, de la Universidad de Tilburg, en los Países Bajos, ha estudiado la manera en la que la literatura surrealista y absurda como la de Carroll influye a nuestro conocimiento.
Algunas drogas alucinógenas también podrían ayudar a alcanzar un estado mental de libre asociación parecido al de los niños, pero leer es sin duda la forma más segura de hacer retroceder el reloj y ver el mundo desde una nueva perspectiva
Y ha descubierto que enfrentar nuestras expectativas a un mundo extraño y a unas historias fantásticas empuja a nuestro cerebro a ser más flexible, lo que, a su vez, nos hace más creativos y hace que aprendamos más de prisa.
Así que si sientes que tu cerebro se estira, puede que no haya mejor solución para ello que pasar una tarde con Alicia.
En ese sentido, Gopnik señala que algunas drogas alucinógenas también podrían ayudar a alcanzar un estado mental de libre asociación parecido al de los niños, pero leer es sin duda la forma más segura de hacer retroceder el reloj y ver el mundo desde una nueva perspectiva.
Ya lo escribió Carroll: “Tantas cosas fuera de lo común le habían ocurrido últimamente, que Alicia había comenzado a pensar que muy pocas cosas en verdad eran realmente imposibles”.