Tristeza:

La noche transcurre, minuto a minuto, la luz de la vela ilumina mi rostro, mi rostro triste, mi mirada se pierde en la nada y tu imagen juega en mi mente, va y viene, y no logro pensar en otra cosa amado mío, ¡ay! Tan amado quisiera tenerte a mi lado y poder sentir tus dedos recorriendo mi espalda y el calor de tus manos sumergiéndose en el paraíso de mis senos, bajando lentamente hasta mi vientre donde alberga el retoño de nuestro amor, donde nacieron y murieron nuestros más grandes sueños.

Me siento completamente invadida por la tristeza y totalmente gobernada por la soledad, esta noche donde no se si corre la brisa del otoño o el calor del verano siento ser la noche más fría del invierno, se me estremece la piel y lágrimas brotan de mis ojos como brotan las margaritas en primavera, como explicarle al corazón lo que la razón no logra entender, cierro los ojos y logro sentirte, gimo, tiemblo, lloro y río, y te sigo sintiendo, y encojo mis hombros y te siento más cerca, ¿acaso has regresado?

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