AMO ESCRIBIRLE.
Los océanos son pasibles cuando mi bolígrafo delinea, y embravecen cuando mi bolígrafo quieto está.
Amo escribir. Escribir; porque hay razón. Amo escribirle a ella. Amo decirle que ella es la fuente que inspira la métrica de mis letras.
Me he curado de vértigo cuando la vida me dice de ella. Pero al pensar en ella, la vida mía es más celestial.
Los océanos son pasibles cuando ella se vuelve la lectora favorita de mi métrica.
Muchas noches yo cubro sus sueños; y el jardín mío duerme en su lecho también.
Cada mañana preparo mi café, y digo; bendito por ser el merolico de sus ratos silentes, y escritor favorito.
Está grabado en la sien de la poesía una letra de su nombre de ella.
Cuando estoy enamorado me vuelvo viajero en escritos y moralejas. Porque mis letras viajan en las estaciones constantemente, y vago también en las humedades de sus labios.
Amo escribirle a ella, y pregunto ¿quiénes somos los dos que, en el interior de este universo, nos movemos, ella como profeta y yo como poeta?
Josué, Pineda Reyes.
Arriaga Chiapas. México.
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