
Se marchó llevándose dentro de su pecho mi amor,
y arrastrando entre su vanidad mi corazón.
Entre sus ojos, la quietud de mi despertar
abrazada a su arrogancia.
Se marchó llevándose mi poesía entre sus dedos,
convirtiéndose en melancolía, añorando los recuerdos.
La ilusión de mis sueños, creando fantasías no vividas,
desechando los momentos de un amor inconcluso....
..Llorando a solas el cariño de un amor iluso
en medio de la oscuridad infame
que castiga sin piedad la mente.
Y en mis noches sin luna desvarío pronunciando
cada una de las letras de su nombre,
entre mis labios su desdén se esconde.
Un amor inconcluso se quedó extrañándole
en el atardecer esquivo,
un corazón por la vida errante se marchó sin despido.


|