Te amare con mi alma
ven con tu boca hambrienta,
que quiero perderme en tu cuerpo
como quien se lanza a la tormenta.
Quítate la ropa y la duda,
deja que hable tu piel,
que yo no vengo a amarte despacio,
vengo a hacerte arder.
Te quiero jadeando mi nombre,
con las piernas temblando de goce,
con las uñas marcándome el pecho
como si te saliera del alma la noche.
Abre tus muslos sin miedo,
que ahí escribiré mi locura,
con lengua, con fuego, con furia,
hasta que grites mi lujuria.
Te amare con el alma, mujer,
sin pausas, sin tregua, sin calma,
hasta que el sudor se mezcle con besos
y el placer sea nuestra única arma.
Quiero oír tus gemidos sin culpa,
quiero verte desnuda de todo,
que seas tempestad y ternura,
que te vengas gritando a mi modo.
Y cuando el éxtasis se haga silencio,
cuando tiemble tu vientre en mi boca,
te abrazaré con todo el pecho
y aún mojado… te haré el amor con
la mirada loca.
Cesar Pinto Muñoz