Me gustan tus mensajes de madrugada,
tus ocurrencias y esa cara de desvelado.
Me gusta cuando me dices “ten cuidado”
“te amo” o solamente me regalas un beso.
Me gusta cuando pasamos horas riéndonos
y hablando solo pendejadas.
Me gusta tus “buenos días” y tus “buenas noches”
o cuando solo dices hola amor que haces??
Me gusta excitarte, pero más me gusta
como haces que te desee.
Me gusta llamarte brujito porque siempre ríes
y me embrujas con tu mirada.
Me gusta ser tu locura y saber que soy yo
la que ahora ocupa tu corazón.
Pero lo que más me gusta y sé,
es que me he vuelto tu prioridad
y ese vicio incontrolable, se también;
que cuando vuelva a casa es a mí,
a quien esperas y por quien suspiras
porque nos hemos compenetrado el uno con el otro,
hemos formado una especie rara de simbiosis,
una complicidad muy buena.
Porque te has transformado
en ese torbellino de pasiones
que me ha arrastrado y ha cambiado
mi rutina y tantas cosas dentro de mí.
Tú que has sido aire fresco posado en mis mejillas,
canto de gorriones para mis oídos,
hoy te digo desde lo más profundo
que eres en mi vida un mundo sin final,
un deseo encendido que no sabe descansar
porque en tus labios forjé una promesa,
en tu piel el fuego y un manantial
de mis labios yo te regalé.
Encontré en cada beso tuyo un suspiro,
en cada roce, un vendaval, en una mirada
la voz del amor y la lealtad,
en cada verso una declaración de mi amor
y en la piel el sudor de un buen amante;
el que siempre soñé.
Te vivo día a día entre risas,
te vivo de lleno y gozo tu energía,
tu optimismo por la vida y esa idea
de amarnos libremente me apasiona,
de recorrernos de sur a norte así completos
y sin medida haciendo un viaje lento,
pasional, sobre nuestros cuerpos.
Me sorprendes con tus ocurrencias,
me regalas tanto y a veces siento
que es tan poco lo que te doy
que para mí eres un ángel vestido de hombre,
regalándome lo mejor de ti
demostrándome que el amor en un abrazo
se convierte en calor y cuando lo hace con el alma
se convierte en un acto celestial
que promete sin miedos entregándose en su totalidad.
Patricia Alma Libre