Quise tocar tu rostro y tocaste mi alma,
Quise acariciar tus hombros
y acariciaste mi corazón,
Quise oler tu pelo y derramaste
tu aroma en mi memoria,
Y sólo me quedó admirarte en silencio,
Contemplando tú suave respirar,
Tu boca al natural sin labial,
Tu cabello suelto como cascada obscura.
Quedé sorprendido de tu belleza espontánea,
Sólo me quedó salir cómo el viento
y llevarme todo eso en mi corazón.