Hábito de Ti
En la brisa suave que me envuelve,
hay un eco dulce de tu voz,
un susurro que me recuerda,
que el mundo es más bello en tu adiós.
Es un hábito, este amor callado,
un ritual de miradas y sonrisas,
un juego eterno, un abrazo anhelado,
que en cada latido, la vida precisa.
Tus gestos son sombras que me acompañan,
en el café de la mañana, en la noche estrellada,
tu risa, un destello que nunca engaña,
un faro encendido en mi alma cansada.
Cada instante contigo es un verso,
cada palabra, una melodía,
y aunque el tiempo avance, inmerso,
me aferro a ti, como a la poesía.
Eres el hábito que nunca se olvida,
la costumbre de soñar despierto,
un refugio al que siempre se anida
el corazón errante, siempre incierto.
Así te encuentro en cada rincón,
en el aroma del viento que pasa,
en el roce sutil de la conexión,
en la vida que juntos se abrazan.
Hábito de ti, dulce adicción,
un camino que nunca se cansa,
un amor que florece en mi canción,
en cada latido, en cada esperanza.
José Ramírez

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