| De: anel (message original) |
Envoyé: 18/08/2002 00:17 |
HOLA MUCHACHOS
Alfredo Guevara, compañero de Fidel desde su más temprana juventud rememora sus vivencias de aquellos años en que soñaban con la Cuba de hoy. "Es ante todo un justiciero que fue evolucionando, de un carácter muy fuerte, de una audacia inmensa, sin límites, y muy valiente. Era un personaje así, con una voluntad tremenda, que fue moldeando su carácter. Fidel es alguien -dijo- que tiene al mismo tiempo una inmensa carga de ternura"
Por Lídice Valenzuela
Alfredo Guevara en nada recuerda ahora al joven de 18 años, delgadísimo, que comenzó la carrera de Filosofía el mismo día que Fidel Castro iniciaba sus estudios de Derecho en la Universidad de La Habana. Ambos nacieron en 1926. Fidel, el 13 de agosto; Alfredo, el 31 de diciembre. Ninguno de los dos ejerce ni como filósofo ni como abogado.
Según recuerda Guevara, "el primer día en la Universidad pasó algo extrañísimo, casi mítico, mirado ahora. Se me acercó alguien y me dijo: ‘Tú no me conoces, pero yo a ti sí. Ha entrado en Derecho un muchacho que yo quisiera que conocieras, porque es un joven que ahora, en estos instantes, parece algo muy importante". Resultó ser Fidel. Entonces quedaban muy próximas las sedes de las escuelas de Filosofía y de Derecho.
Ya para entonces, Guevara reconoció en el alto y atlético estudiante, deportista durante años en el Colegio de los Jesuitas, "a un justiciero, que proyectaba energía y atracción. Pero entonces era demasiado joven para saber, añadió, qué era lo que realmente quería en el plano político, aunque poseía el encanto y la fuerza para polarizar a los estudiantes".
Un volcán en la universidad La generación de Fidel y Guevara sentía sobre su conciencia el peso tremendo de la frustración republicana. "Aun antes de Batista, precisó, nosotros sabíamos que teníamos que hacer algo para transformar el país. Y aquel volcán -expresó refiriéndose a Fidel- que había entrado en la Universidad sin una familia protectora cerca, se desarrolló ideológicamente con mucha celeridad. No creo en el destino como una cosa sobrenatural que nos marca, pero pienso que por sus propias estructuras psicológicas y su propia estructura intelectual, Fidel había nacido aquel 13 de agosto en Birán para desempeñar el papel que ha llegado a tener".
Interrogado sobre cómo resumiría la personalidad de Fidel joven, Guevara refirió: "ante todo un justiciero que va evolucionando, de un carácter muy fuerte, de una audacia inmensa, sin límites, y muy valiente. Era un personaje así, con una voluntad tremenda, que fue moldeando su carácter. Fidel es alguien -dijo- que tiene al mismo tiempo una inmensa carga de ternura".
¿Te hicieron sufrir mucho? A Guevara se le transmuta el rostro. Se emociona ante el recuerdo. Él participó en entrenamientos militares, previos a los preparativos, aunque no lo sabía, de la acción militar contra el cuartel Moncada, dirigida por Fidel en 1953. Se le presentó un ataque de apendicitis y un grupo de sus amigos –Raúl Castro, Baudilio, Pedro Miret, Léster Rodríguez, entre otros– se turnaban para cuidarlo en la clínica donde estaba ingresado.
Fidel llamó a su hermano Raúl por teléfono a la clínica y este le dice a Alfredo: "voy y vuelvo". Y no regresó. Pero tampoco los otros. Entonces, salió disparado y se le olvidó la apendicitis. Recorrió las direcciones para encontrar al grupo y todos habían desaparecido. Pensó: Llegó el momento. Se dio entonces a la tarea de visitar las viviendas y recoger todo lo que pudiera comprometer al grupo que ya había partido para Santiago de Cuba.
Ocurrieron los sucesos del Moncada y el cuartel Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, el 26 de julio. Guevara cayó preso en La Habana. Y Fidel, varios días después del ataque, también. Al filósofo lo sueltan a la semana. El abogado pasaría más de un año en la prisión de Isla de Pinos.
Alfredo recuerda que cuando Fidel salió de la cárcel, él no lo pudo ver enseguida. Se fue a casa de Lidia, la hermana mayor de Fidel, en la calle 23, y como no estaba allí se sentó en un quicio a esperarlo. Ante la tardanza del amigo, decidió irse. Y cuando estaba en la calle, Fidel se acerca en un automóvil y sin dejarlo hablar, le pregunta: "¿te hicieron sufrir mucho?".
?Imagínese -expresó- con todo lo que él había pasado, el revés de la acción, los compañeros asesinados, la cárcel injusta. Y se preocupa por lo que me había ocurrido a mí. Así es Fidel. Ese es el concepto de su personalidad. Ya no éramos dos muchachones, éramos dos hombres, y él tenía una inmensa dimensión política. No alcancé a responderle?.
SALUDOTES REVOLUCIONARIOS ANALITA
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