Hay que salvar al mundo
Afirmó Fidel al clausurar la Conferencia Internacional La Crisis de Octubre, una visión política 40 años después
Roger Ricardo Luis
Nosotros no tenemos otro compromiso que no sea el que hemos contraído siempre con la verdad, afirmó el Comandante en Jefe Fidel Castro, al pronunciar las palabras finales de la Conferencia Internacional La Crisis de Octubre, una visión política 40 años después, cuyas sesiones de trabajo se desarrollaron entre viernes y sábado en el Palacio de las Convenciones.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros subrayó que hubo sinceridad y respeto en los debates y que las críticas no se hicieron con resentimientos, sino para expresar el punto de vista propio con el único compromiso de la verdad; asimismo, la franqueza en el diálogo entre cuyos participantes se encontraban personalidades norteamericanas protagonistas de aquellos hechos de 1962, uno de los cuales era el ex secretario de Defensa de la administración Kennedy, Robert MacNamara.
Los participantes de la
Conferencia visitaron este
domingo escenarios de Los
Palacios, en Pinar del Río,
donde estuvieron emplazados
grupos coheteriles soviéticos.
¡Quién nos iba a decir a nosotros, que un día nos sentaríamos aquí cubanos y norteamericanos a discutir estos temas! Luego destacó la necesidad de que estas lecciones históricas contribuyan a evitar guerras que puedan ser más devastadoras.
Sobre la decisión cubana en aquel momento, manifestó el Comandante en Jefe que fueron juiciosas y resultado de profundas reflexiones, punto de vista no desmentido por la historia.
Respecto al argumento de que no existían intenciones de atacar a Cuba, significó que nadie puede prevenir en estos casos tan complejos el curso que seguirán los hechos, ni garantizar que no se desate una catástrofe por cualquier incidente.
Puntualizó que Cuba entonces no se desmoralizó, y después pasó otras pruebas duras como fueron el derrumbe del campo socialista y la desaparición de la Unión Soviética. Pero hemos sido capaces de pasar esas pruebas, subrayó, por el aliento que nos da estar avanzando en otros campos en que otros países han retrocedido.
En torno a la situación actual, los graves problemas que afronta la humanidad, entre ellos el de una nueva guerra, Fidel sentenció que si el mundo no puede salvarse, el mejor sistema social no sirve para nada y hay que salvar al mundo.
Lo que estamos haciendo en Cuba, expresó, lo que se ha logrado en todos estos años, pese a las dificultades, podrían hacerlo otros países, pues es el resultado del enorme capital humano que hemos desarrollado.
Puso como ejemplo la propuesta cubana a las Naciones Unidas de movilizar 4 000 médicos para combatir los graves problemas de salud existentes en regiones del Tercer Mundo, como África, donde hay poblaciones enteras a punto de desaparecer.
Al señalar cuál ha sido la clave para lograr esa resistencia de nuestro pueblo, significó que es el capital humano, nivel cultural, los conocimientos, el alto nivel de conciencia adquirido por toda la población, su austeridad y confianza.
Recordó que el mundo enfrenta serias amenazas en la actualidad a partir de las graves desigualdades existentes en el planeta, la destrucción del entorno natural, entre otras. Puso como ejemplo cómo el hambre mata cada año muchísimos más seres que los que perecieron en Hiroshima y Nagasaki.
Al hablar de una amenaza a Cuba enfatizó que nosotros dormimos sin sobresaltos por la limpieza de nuestra conducta, y por la tranquilidad que nos ha dado nuestra propia experiencia en estos años.
Por su parte, Robert MacNamara expresó que las dos lecciones fundamentales de la Crisis de Octubre para el mundo contemporáneo no se han atendido adecuadamente. En su opinión, esas enseñanzas son que siempre debe tenerse en cuenta la posición del adversario y que se cometen errores que pueden costar vidas y naciones enteras, por lo cual debe eliminarse ese riesgo.
Los invitados de la antigua Unión Soviética subrayaron que la principal experiencia a extraer de esa confrontación es la derivada de la necesidad de que Estados Unidos deje vivir en paz al pueblo cubano.
Durante la sesión matutina del sábado, los participantes ponderaron la validez del punto de vista cubano para hacer cualquier valoración seria del hecho y que todo análisis de la Crisis tiene que abarcar los antecedentes, desde el inicio de las hostilidades de EE.UU. contra Cuba en 1959; y considerar que esa política mantiene su vigencia.
Varios libros que abordan diferentes aristas de la Crisis fueron presentados para la ocasión. La tercera jornada, este domingo, fue dedicada a recorrer lugares vinculados al acontecimiento histórico en San Cristóbal, Pinar del Río, y en La Habana.