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29-11-2002
Nuevo empuje al combate contra la anexión
Clausurado II Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA
Joaquín Rivery Tur y Mariela Pérez Valenzuela
Uno de los elocuentes testimonios del encuentro de las organizaciones sociales continentales contra el ALCA es que la batalla se está dando en todos los terrenos y que, con los resultados de esta reunión que culminó ayer, la lucha cobra un nuevo empuje y tareas concretas para frenar el proyecto estadounidense.
Los documentos finales aprobados en el Palacio de las Convenciones, en la jornada de clausura, surgieron de los espíritus y necesidades de indígenas, negros, campesinos, sindicalistas, jóvenes, religiosos, profesionales, parlamentarios, artistas, hombres y mujeres de América del Sur, América Central, América del Norte y el Caribe.
La Declaración de La Habana, dirigida a todos los pueblos de América, parte de que en el último año se ha fortalecido notablemente la resistencia contra el ALCA y otras calamidades traídas por el neoliberalismo.
Algo muy positivo ha sido el desarrollo de comités de amplia convergencia de fuerzas sociales y políticas en numerosos países que ha potenciado la lucha con todas las acciones llevadas a cabo en diferentes latitudes.
El II Encuentro llama a redoblar la campaña contra el Área de Libre Comercio de las Américas, avanzar en la conformación de comités nacionales unitarios e impulsar la realización de la Consulta Popular Continental sobre el tema.
Como parte de la batalla por la defensa de la soberanía, el Llamamiento insta a desarrollar una estrategia hacia los congresos nacionales para incorporar a los parlamentarios a la lucha de los pueblos.
Las acciones contra el engendro neocolonial, se deben vincular con aquellas dirigidas contra la Organización Mundial de Comercio (OMC) y combinarlas con las medidas concretas y cotidianas que se libran en la región.
El Plan de Acción aprobado contempla un número de tareas permanentes encaminadas a desenmascarar la articulación entre deuda, militarización y libre comercio, monitorear y vigilar en lo posible las negociaciones secretas del ALCA, la OMC, el Plan Puebla Panamá y otros proyectos peligrosos para los pueblos.
Contempla movilizaciones simultáneas en forma de marchas, paros, cortes de rutas, concentraciones y bloqueos para el 10 de septiembre del 2003, cuando se deberá iniciar la V Reunión de Ministros de la OMC en Cancún.
El III Encuentro fue convocado para celebrarse del 13 al 16 de enero del 2004. |
No hay nada que negociar con el ALCA
FIDEL VASCÓS GONZÁLEZ
Evo Morales nació en el seno de una familia indígena de la comunidad aymara, en Bolivia, hace 43 años. En las elecciones de junio del 2002, como candidato del pueblo llegó hasta el final en la disputa por la Presidencia de la República, que le fue arrebatada en una votación del Congreso por las inauditas presiones del gobierno norteamericano, cuyo embajador en La Paz amenazó públicamente con suspender la ayuda de los Estados Unidos a Bolivia si Evo resultaba presidente. De niño cooperó con las labores agrícolas y ganaderas de sus padres: la madre analfabeta, el padre semianalfabeto. En la década de los ochenta participa en el movimiento cocalero en el Chapare, zona del Trópico, productora de la hoja de coca, "no de la cocaína", aclara Evo, " por si acaso, pues no es lo mismo coca que cocaína", y subraya, "el movimiento cocalero es una fuerza sindical identificada con todos los pueblos que luchan contra el imperialismo norteamericano". Desde el año 1988 Evo Morales es presidente de las seis federaciones sindicales del Trópico. En 1997 fue electo diputado al Parlamento de Bolivia y actualmente dirige el Movimiento al Socialismo, instrumento político, explica el entrevistado, de dignidad, de honestidad, de liberación, fundado por el movimiento campesino y que constituye una gran esperanza para el pueblo boliviano.
¿Qué importancia le concede usted a este II Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA?
Los eventos que se realizan en Cuba tienen como resultado dar una línea ideológica, política, cultural, antimperialista, antineoliberal. Este II Encuentro Hemisférico contra el ALCA también tendrá muchos resultados para que los pueblos se liberen en toda Latinoamérica frente a instrumentos económicos como el ALCA, que son también instrumentos de dominación, de sometimiento, de recolonización; frente a planes militaristas como el Plan Colombia, frente a masacres, a represión. Pienso que esta clase de eventos es importante para la liberación de los pueblos.
Y con relación al desarrollo del propio evento, ¿cuáles aspectos usted quisiera destacar?
Fundamentalmente, la presencia personal de Fidel. Segundo, las ganas de debatir, las ganas de compartir criterios. Esa fuerza que tienen los dirigentes sindicales y políticos que participan para poder exponer y de esa manera buscar esa autoestima tan necesaria para liberar a nuestros pueblos.
La administración norteamericana está introduciendo modificaciones al proceso de negociación del ALCA como resultado de la resistencia de los pueblos. ¿Considera usted que con estos cambios han crecido las posibilidades de detener el ALCA, o hay dificultades en este sentido?
No hay nada que negociar con el ALCA. Quizás lo que hubiera que hacer es un comercio de pueblo a pueblo; pero comercio justo, con equilibrio. Mientras esté vigente el modelo económico de concentrar la riqueza en pocas manos, sin ver la situación de las mayorías nacionales, cualquier negociación, cualquier cambio que hagan los Estados Unidos no es ninguna solución para nuestros pueblos. Por eso la lucha es a muerte.
¿Y qué alternativa pudieran tener los pueblos latinoamericanos como respuesta al ALCA?
Me parece importante el tema de buscar cierto comercio justo, pero con participación de los pueblos y no siempre con las transnacionales. Dos, cómo cuidar nuestros mercados nacionales y que los transgénicos no acaparen el mercado. El gran problema es que aquí la próxima guerra no solamente va a ser por los recursos naturales, como el petróleo, el gas, el agua, sino también va a ser la guerra por el mercado. Entonces, pienso que hay que librar esta batalla de cómo el mercado es controlado por los pueblos y no por las transnacionales.
Pasemos ahora a Bolivia. En estos momentos, ¿cuáles son los objetivos de la lucha del pueblo boliviano?
Bolivia tiene casi ocho millones de habitantes. La mayoría de la población es quechua, aymara y guaraní. Por tanto, los pueblos indígenas originarios, los campesinos junto a los trabajadores, están luchando para cambiar el modelo, para acabar con el modelo. Dentro de ese marco no solo las luchas sociales están siendo acompañadas por sus organizaciones, sino también por la lucha electoral. Hemos visto que es posible construir un movimiento político alternativo frente a las políticas neoliberales. Esto es posible con la conciencia del pueblo, con las organizaciones sociales del país. Es posible construir una esperanza para los bolivianos, lo que se logrará cambiando totalmente los modelos, incluso el sistema y las mismas estructuras del Estado. Estamos convencidos que el sistema y el modelo no son la solución para las mayorías. Por eso ocurre este levantamiento tan natural, no solamente expresado en las luchas sociales, sino también en la lucha electoral.