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General: Porque Fidel Castro separa a las familias cubanas
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De: molinaalexis  (message original) Envoyé: 10/06/2003 22:48

POR QUE FIDEL CASTRO SEPARA A LAS FAMILIAS CUBANAS?

UN NEGOCIO DEL COMANDANTE

Por SOFOMEC*
Colaboración

Agradecimientos a Noti-Cuba Buenos Aires

En la memoria de uno de nuestros miembros aún persiste un recuerdo que resulta tan kafkiano como real, éste no es otro que, el de la degradación deshonrosa, humillación y retiro de un Teniente Coronel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) cubanas a principios de la década del 80, por el simple hecho de haber sostenido una conversación telefónica con su madre radicada en los Estados Unidos, madre con la cual --dígase de paso--, no había tenido ningún tipo de contacto por esta vía desde su partida, desde hacía unas dos décadas atrás.

La separación de familias es un atributo de la revolución cubana desde sus mismos inicios; recordemos los cientos de casos de niños de la Operación "Peter Pan" que por décadas, crecieron en un país "extraño", separados de sus padres retenidos en la Isla.

Hoy, sirva de ejemplo el caso del pequeño Juan Paulo retenido en Cuba e impedido de que su padre lo visite, el físico Juan López Linares.

Y de manera no tan reciente, los casos de la niña Anabel Soneira, la familia Cohen, o el de la Dra. Noris Peña, por solo citar unos cuantos.

Inicialmente este fenómeno parecía obedecer única y exclusivamente a razones de tipo "políticas", sustentadas en el fanatismo y la intolerancia del gobierno castrista a la ideología comunista y hacia una supuesta "deslealtad" política al régimen respectivamente. Pero con el de cursar de los años, y tras la debacle del campo socialista, cambiaron los tiempos y con ellos las intenciones.

La separación de familias se ha convertido en una especie de negocio para Castro, ya no sólo político si no también económico.

Ofreceremos a continuación una serie de testimonios que ejemplifican lo anterior. De estos relatos --por razones obvias-- omitiremos en mayor o menor grado la real identidad y localización de sus relatores. Ellos serán una muestra de que, los casos mencionados con anterioridad son sólo una ínfima porción de la punta del "iceberg" que constituyen este fenómeno de la separación familiar que azota a una gran parte del pueblo cubano y a la comunidad de cubanos exiliados.

"R": Joven profesional, arribó a un país de América para realizar estudios por medio de un curso de perfeccionamiento autogestionado, pronto descubrió que allí tenía mejores opciones de trabajo y de vida, así como posibilidades reales de obtener un empleo en su profesión. De este modo decidió resueltamente permanecer en aquel país una vez que concluyó la duración de su curso.

En un inicio hubo obstáculos, el salario no fue siempre el mejor, pero este joven tenaz, sabía que su esfuerzo y su constancia algún día serían coronados con el éxito, y tenía razón. Al cabo de algunos años, de simple asistente, "R" pasó a ser profesor de una de las universidades más prestigiosas en la capital de ese país.

En el transcurso de ese tiempo conoció a una joven, se enamoró y decidió casarse' él no podía retornar a su país, pero sí podía en cambio --en teoría-- invitar a su madre a la ceremonia nupcial.

Luego de proceder con todos los trámites requeridos en el consulado cubano de esa nación, y tras pagar un cifra estratosférica de dinero en dicho sitio, por una simple carta de invitación para su madre, "R" tuvo que posponer sus nupcias, pues el susodicho documento llegó a Cuba después de un largo tiempo, y allí le fue comunicado a su madre que dicha carta era improcedente pues la validez de la misma ya había caducado.

"R", se tuvo que ver en la obligación de asistir nuevamente a la indeseable sede del consulado cubano y repetir allí el mismo trámite y pagar nuevamente la misma suma de dinero.

Esta vez se recibe la carta a tiempo en Cuba, es así que "R" procedió a comprar un pasaje de avión para su madre con una Buena oferta, pero en Cuba se le dijo a la madre de "R" que con ese boleto no podía viajar, que debía comprar un boleto a las aerolíneas de Cubana de Aviación; aerolínea que dicho sea de paso, es considerada como una de las más peligrosas e inseguras del mundo [1].

"R" cancela por segunda vez la fecha propuesta para su matrimonio, pero no sólo eso, luego de cancelar el pasaje que había reservado para su madre y tras perder cierta suma de dinero, "R" tuvo que recortar notablemente el presupuesto que en un principio tenía asignado para su boda; la razón para ello no fue otra que tener que asumir el alto costo del financiamiento del pasaje de su madre con Cubana de Aviación, pues éste resultó ser 3 veces más caro que el que él inicialmente había reservado en su país de residencia.

El envío de dinero para el pasaje que debía ser abonado en Cuba tardó semanas en llegar. Para "R" resultaba en extremo embarazoso ante los familiares de su novia y sus amigos posponer su boda por una tercera ocasión en espera de que llegara su madre; es así que decidió casarse con la lamentable ausencia de su ser querido, quien sólo pudo llegar hasta donde él dos semanas más tarde después de realizada la muy modesta ceremonia nupcial.

"Z": Joven profesional de la salud, abandonó Cuba por medio de una beca obtenida en un país de Europa en compañía de su esposo, pero dejando atrás a su pequeño, que apenas tenía un año de edad. La razón para tal comportamiento no fue otra que el impedimento de las autoridades cubanas de abandonar Cuba con su hijo.

En su práctica avistó la posibilidad de concluir un segundo doctorado en ese país, pero para ello necesitaba más tiempo. Solicitó autorización para prórroga a su institución; ésta fue denegada.

Decidió quedarse y culminar lo que había comenzado. Hoy trabaja allí, de momento no puede regresar a Cuba, y si pudiese sostiene que lo pensaría dos veces pues tiene mucho miedo de ser retenida y de sufrir algún tipo de castigo severo en Cuba por su "deserción".

Hasta hace poco más de un año atrás esta colega seguía realizando todo tipo de gestiones para sacar a su hijo de Cuba, Hemos perdido contacto con ella, no sabemos si finalmente logró su objetivo.

Tiempo atrás, ella nos comentaba que su hijo había crecido y que hacía 5 años que no lo veía. En la escuela y en la casa el niño manifestaba un comportamiento agresivo, y ella estaba desconsolada y muy deprimida.

"A": Matrimonio cubano radicado en el extranjero, que decide permanecer en un país después de haber concluido una "misión" de colaboración.

En su partida dejaron un hijo de más de 15 años. Cuando deciden sacarlo de Cuba, en el consulado de ese país se les informa que debían esperar 3 años para iniciar los trámites. Ese tiempo ya ha transcurrido en casi el doble, si bien al padre no se le permite regresar a Cuba, la madre en cambio puede ir a la isla una vez por año a visitarlo. De momento esta pareja tampoco ve posibilidades a corto plazo de que su hijo pueda reunificarse con ellos.

"G" Viaja a un congreso a España, decide desertar y se queda en ese país, en Cuba deja mujer y dos hijos.

Inmediatamente comunicada la deserción en su centro laboral, esposa e hijos son desalojados del apartamento donde vivían. Además del desalojo sus pequeños hijos fueron expulsados del Círculo Infantil (Jardín de la Infancia) a donde solían asistir.

"G" confrontó serias dificultades en un inicio para insertarse en ese medio y obtener una plaza de trabajo estable; finalmente lo logró, y cuando contaba con la suficiente solvencia económica para sacar a su familia de Cuba, procede con todos los trámites "legales" en el consulado cubano.

El trámite de reclamación de hijos es extremadamente costoso, pero para su mayor sorpresa, el "honorable" Cónsul de la sede cubana radicada en Barcelona le comunica que debe hacer dos solicitudes (una por cada hijo) y pagar por separado cada una de ellas. En esa ocasión "G" pierde los estribos e intercambia fuertes palabras con el Cónsul. Decide marcharse, en los meses subsiguientes se percata de que no hay otro camino y no tiene otra opción que abonar dicha suma de dinero. Cuatro años demoró la reunificación con su familia.

"F" salió de Cuba sin intenciones de exiliarse en un principio. En Cuba dejó a su cónyuge. Con el de cursar del tiempo y en contra de sus esperanzas se percató que la situación en Cuba lejos de mejorar empeora día a día en todo los aspectos; por ello decide no retornar, sostiene que de ese modo puede ayudar mejor a su familia.

El regreso a Cuba le está negado, su cónyuge jamás pudo dejar la Isla. A veces cree que nunca volverá a ver con vida a su madre o a su padre; siempre espera una mala noticia, mucha de la correspondencia enviada por su familia no le llega, llama a su gente esporádicamente pues una llamada a Cuba cuesta hasta 5 veces más cara que cualquier otra que se realice a un país de similar localización en el área del Caribe.

Siempre teme, espera que escuchará una mala noticia sobre enfermedad o fallecimiento de algún ser querido, sabe que toda correspondencia proveniente del exterior es abierta y minuciosamente revisada en Cuba, por ello no utiliza esa vía como opción de comunicación con sus familias.

Con las llamadas telefónicas no ignora que sucede otro tanto, pues conoce una joven que trabaja en el edificio radicado en La Habana donde se llevan a acabo la escucha física y/o computarizada de todas las llamadas que llegan a Cuba desde el exterior.

Relata que en conversación por teléfono suele ser una persona muy parca, no muestra su desespero, ni su tristeza, sostiene que no le dará el gusto a las autoridades cubanas de verle suplicar ni de verle emocionalmente abatido por el pesar que le produce la separación de su familiares.

Estos cinco ilustrativos testimonios contrastan notablemente con la campaña orquestada por Castro para la devolución del menor Elían González.

En estos deplorables actos llevados a cabo por el gobierno cubano, se ve desde indolencia, burocracia y hasta sórdidas y mezquinas intenciones de venganza, mezcladas con mercantilismo. Una vez más, hacen gala la extorsión y el chantaje emocional por medio de la retención de seres queridos con vistas a evitar las deserciones del "Paraiso" castrista de muchos de los cubanos que milagrosamente logran --por una vía u otra-- abandonar el país.

el objetivo de tales actos es claro "INTIMIDAR", mostrar a los otros cubanos que la deserción se paga con un precio muy alto; de aquí deriva el "negocio político" que persigue afianzar el (falso) liderazgo de Castro y conseguir además (en apariencias) una mayor adhesión de los cubanos a las doctrinas del Tirano. Pero el efecto de estas medidas represivas va perdiendo alcance.

Todo científico serio --que pudo y tuvo la oportunidad-- abandonó a Castro; todo médico capaz, competitivo y con sentido común --que pudo y tuvo la oportunidad-- abandonó a Castro. Lo mismo ha ocurrido con químicos, ingenieros, físicos, artistas, intelectuales, etc. La razón es sencilla, aún cuando en su mayoría todos estos colegas son conocedores de estas represalias, saben que en Cuba, y bajo el dominio del destartalado sistema de gobierno comunista no hay opciones de progreso. La separación de sus familias es un acto estoico y doloroso, pero quizá sea también la opción más oportuna e inteligente para dotar a la familia de cierto bienestar a largo plazo. Ellos son conocedores de que ciertas oportunidades sólo se dan una vez en la vida y que por tanto no deben ser desaprovechadas, todos albergan la esperanza de un futuro y cercano reencuentro con sus familiares [2].

Por su propia supervivencia y la de sus familiares muchos de estos colegas trabajan de forma esmerada y prosperan con rapidez. Para seguir adelante, mantienen en su cabeza la frase del poeta Raúl Rivero "pensar sólo en la Cuba que fue, pero sobre todo en la que será", simplemente no les gusta la Cuba que es, la Cuba de Castro.

El "negocio económico" que se deriva de producir estas separaciones también es evidente. El Tirano sabe que un padre de familia, una madre o un buen hijo radicado en el exterior hará hasta lo imposible por sostener la familia dejada en Cuba; de ahí todos estos plazos de 3, 4, 5 años o más de retención de los familias, según el caso, mientras más largo el período de tiempo, pues más dinero puede obtenerse del desdichado exiliado, y por supuesto las ganancias serán aún mayores, si el familiar (o familiares) es separado de su puesto de trabajo, negándole cualquier otro tipo de vínculo laboral en el futuro.

¿Por que no?, si sus familiares son privados de cualquier tipo de ingreso producto de un trabajo, pues el exiliado se verá forzado a incrementar el monto de sus remesas, un poco de dinero de más no viene nada mal, si finalmente éste terminará en las mermadas arcas del estado cubano, cosa que en gran medida es inevitable si se considera que en Cuba cualquier producto vendido en divisas tienes un precio 3 veces mayor que en cualquier otro país capitalista.

Como dijera Carlos M. Estefanía, "El desempleo aterra más que la porra de un policía", por ello una gran proporción de los cubanos de la Isla o los exiliados evitan involucrarse en actividades políticas de disidencia, aún cuando están en contra de la dictadura implantada en Cuba, temen que las autoridades cubanas la emprendan sin compasión contra sus familiares en la Isla, o que su período de prohibición para retornar a la isla sea extendido después de los supuestos 5 años reglamentarios.

Pero está visto que ni aún los "tranquilos", "los que se portan bien" escapan de la rabia de Tirano, como ejemplo más reciente de esta última afirmación cítese el caso de los médicos cubanos castigados en Chile.

Queda también claro, que los pagos por cambio y extensión de validez de pasaportes, tramitaciones múltiples como divorcios, reclamación de otros familiares, etc. son en extremo caros y de ellos el gobierno cubano obtiene una buena tajada de dinero.

Más de uno de nosotros ha escuchado el cínico planteamiento de boca de algún que otro cónsul, de que los altos precios de estos trámites se deben a que estas sedes tienen que autofinanciarse en gran medida con parte de ese dinero.

Pero si grotesco resulta este "argumento", más descarado e inescrupuloso lo es, el hecho de que nuestros familiares sean obligados a volar en una aerolínea que además de extremadamente cara está considerada entre las primeras 5 más peligrosas del mundo [1].

Para concluir y citando a Ezequiel [3], con estas actitudes del gobierno cubano, la comunidad internacional amplía sus frustraciones sobre lo que alguna vez consideró un ejemplo de nación y se comprueba más aún la violación de los derechos humanos de un régimen que impide u obstaculiza la entrada (o salida) al país de quienes tienen el sagrado derecho de hacerlo.

Referencias. 1) http://AirSafe.com/ 2) Realidad de los médicos cubanos en el Exilio. SOFOMEC. http://www.cubaliberal.org/sofomed.htm 3) HISTORIAS PARA SER CONTADAS. Ezequiel Pérez Martín, Santiago de Chile. http://www.cubaliberal.org/historias.htm



*Por la Sociedad Foránea de Médicos Cubanos (SOFOMEC).



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