que no tendran un quehacer mas honorable estas gentuzas? bueno claro que no se puede pedir peras al olmo jo jo jo y mas jo
Revelan el sucio negocio de la contrarrevolución
en Cuba
Presentan el libro El Camaján sobre un inescrupuloso maestro del doblez y de la estafa, elogiado profusamente por los gobiernos de EE.UU., de varios países europeos y, en especial, por la mafia cubano-americana. Descarga del libro completo —texto completo y testimonio documental y gráfico— en el sitio web Cubadebate, www.cubadebate.cu
ALDO MADRUGA
El libro El Camaján, de los periodistas Arleen Rodríguez Derivet y Lázaro Barredo Medina, que desenmascara al contrarrevolucionario cubano Elizardo Sánchez Santa Cruz-Pacheco, elogiado profusamente por la mafia cubano-americana y gobiernos de EE.UU. y de países europeos, fue presentado ayer en el Centro de Prensa Internacional con la presencia de los autores y una amplia representación de la prensa cubana y extranjera.
La obra es una detallada y bien ilustrada investigación, escrita con un lenguaje claro y directo, que aborda desde pruebas irrefutables, la hipocresía y ambiciones materiales y políticas del mencionado personaje, magnificado por la propaganda imperial, quien por su propio interés, se ofreció en 1997 para colaborar con la Seguridad del Estado de Cuba.
Bajo el pseudónimo de agente Juana, y también Eduardo y Pestana, con la intención de mantener cubiertas sus espaldas, Sánchez Santa Cruz-Pacheco ofreció valiosas informaciones sobre las actividades de otras figuras contrarrevolucionarias, algunas actualmente en prisión, quienes aprovechaban el mismo filón que él para sacar ventajas personales. El libro muestra incluso, fotos de cuando el Camaján fue "condecorado" en ceremonia secreta con la Distinción Servicio Distinguido del Ministerio del Interior (MININT).
"Esta es la historia de un hombre sin más historia que su absoluto desprecio por la inteligencia de los demás. Alguien que quiso engañar a todo el mundo y acabó engañándose a sí mismo...", subrayan los autores en la cubierta de este libro que también pone al descubierto las torcidas y oscuras relaciones de algunos gobiernos y personalidades reaccionarias de Europa con individuos de esta catadura.
Elizardo, elemento oportunista, desde los primeros años de la Revolución mostró su naturaleza política de hombre ambicioso bajo un disfraz de ultraizquierdismo por lo que fue conocido posteriormente, de forma burlona, como Elisoviet, según escriben Lázaro y Arleen.
Pero dentro de su irregular y ondulante carrera política (de extremo a extremo) que le ganó el sobrenombre de "hombre péndulo", alcanza su máxima notoriedad cuando comienza a crear organizaciones contrarrevolucionarias bajo la etiqueta de "defensoras de los derechos humanos" con el fin de fomentar la oposición en Cuba y hacerles el juego a gobiernos norteamericanos con la quinta columna que desde el mismo triunfo revolucionario de 1959 soñaron tener.
En la década de los noventa realizó numerosos viajes al exterior y fomentó estrechos vínculos con la Oficina de Intereses de Estados Unidos con el objetivo de auspiciar la subversión interna y convertir a su grupúsculo en el preferido de sus patrocinadores del Norte.
Bajo un pícaro manto de austeridad y transparencia, el libro comenta cómo el Camaján "administra" sin conflictos el abundante flujo de dinero destinado a destruir el poder revolucionario, con la aplicación de una máxima de la politiquería de la neocolonia: el tiburón se baña pero salpica.
No obstante, y pese a recibir durante los últimos tiempos directamente de Estados Unidos más de 200 000 dólares, solo entregó como estímulo a sus más allegados colaboradores la cantidad irrisoria de un dólar diario, según se refiere documentadamente en la obra.
Dentro de esa cifra están los fondos de la agencia norteamericana USAID —que forman parte del Presupuesto del Gobierno norteamericano— para apoyar las organizaciones que colaboran con el programa federal de este país para "promover la transición rápida hacia la democracia"; es decir, subvertir el orden constitucional de la Isla y derrocar a su Gobierno.
También el libro aborda los manejos que hace su protagonista principal con estos fondos y las infladas cuentas que presenta a sus suministradores norteamericanos que ocultan la miserable "ayuda" que llega a los familiares de esos presos contrarrevolucionarios que dice defender.
Tubal Páez, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, dijo sobre esta obra que, además de desenmascarar contundentemente el rejuego anticubano del apátrida Elizardo, ilustra el negocio de la llamada disidencia cubana, fabricada y alimentada desde Estados Unidos. En particular elogió el buen tino y la exactitud del término camaján para calificar a este personaje capaz de asqueantes felonías y dobleces con el fin de alimentar su ego y llenarse los bolsillos de dinero.
Lázaro Barredo subrayó cómo la relación con los Órganos de la Seguridad del Estado fue establecida por iniciativa del próspero "empresario de la disidencia" y aceptada por la contrainteligencia cubana después de muchas discusiones, e informó que el personaje en su doble juego, y entre los muchos informes que hacía llegar a los agentes del MININT, entregaba también caracterizaciones de los reporteros de la prensa extranjera que más se le acercaban.
Los oficiales de la Seguridad del Estado que atendieron el caso nunca tuvieron duda de que estaban ante un individuo taimado y calculador, cuyo gran objetivo era mantenerse como el protagonista principal del "redondo negocio" de la disidencia, totalmente diferente a los hombres y mujeres del pueblo que cumplen estas misiones por alto sentido del deber, sentimientos patrios y amor por la justicia.
No obstante, como parte del juego operativo, se le otorgaron otros "estímulos", todo lo cual se explica en uno de los capítulos del libro, entregado de inmediato a la prensa nacional y extranjera.
La coautora de la obra, Arleen Rodríguez, abundó en detalles sobre cómo las organizaciones contrarrevolucionarias de Miami y los proveedores gubernamentales norteamericanos no son los únicos que envían fondos para el negocio de la subversión, en el que Elizardo ha triunfado como un próspero empresario; también lo hacen gobiernos europeos, y en este caso puso como ejemplo los 50 000 dólares enviados a Elizardo, mediante una agencia de cooperación, por el Ministerio de Asuntos Exteriores de España para el fomento de la subversión en Cuba.
En otra "línea de financiamiento" expuso Arleen los 24495 dólares recibidos por el Camaján de la Embajada de Noruega en México el 28 de enero del 2002, cifra que en enero, pero del 2003, ascendió a 26 074 dólares, aunque el sagaz empresario de la disidencia pedía aún más recursos.
En resumen, el libro, elaborado en la imprenta Alejo Carpentier por la Editora Política, es una aproximación reveladora a las luchas llenas de chismes, alianzas oportunistas, puñaladas por la espalda y traiciones de la llamada disidencia interna para apropiarse de la mayor cantidad de dinero que desde el extranjero le envían los financiadores norteamericanos y europeos con la encomienda de que cambien el sistema social que los cubanos libremente han elegido.
Descarga del libro completo —texto completo y testimonio documental y gráfico— en el sitio web Cubadebate, www.cubadebate.cu