Reaparece el Impuesto Tobin por Hugo Fazio . Febrero de 2004
|
|
______________________________________________________________________
Las declaraciones del presidente Lagos en relación con el Impuesto Tobin se encuentran en contradicción con la realidad chilena. Por Hugo Fazio
Los gobiernos de Francia, Brasil y Chile se comprometieron a unir esfuerzos en el financiamiento internacional de planes sociales contra el hambre y la pobreza. “Este sería el primer intento -señaló Lagos- de buscar un financiamiento más allá de los países individuales.” (31/01/04). Sin duda, es una iniciativa loable, aunque ante todo el hambre y la pobreza se resolverán a nivel interno.
Un financiamiento internacional no es sencillo, la distribución porcentual de los recursos tampoco. “Estamos buscando a partir del proceso de globalización un financiamiento vinculado a ese fenómeno -recalcó Lagos- y eso es lo nuevo.” Entre las formas que permiten este financiamiento internacional se encuentra el Impuesto Tobin. Para ello, puntualizó Lagos, se requieren reglas. “Un mundo global, sin reglas –había señalado en la víspera- es muy difícil, entonces el tema de las transferencias financieras es vital, usted hace un ‘click' y transfiere billones de dólares… generando ciertos grados de inestabilidad en la economía mundial. En consecuencia –agregó- se requieren sistemas regulatorios o normas que regulen las transferencias financieras. O sea -concluyó- para que estas cosas puedan realizarse requieren de un gran consenso” (28/01/2004).
Chirac se mostró partidario de aplicar algún tipo de impuesto a la venta de armas (idea también altamente plausible) y al comercio. Anunciando que ello se definirá sólo cuando terminen las conversaciones técnicas que se iniciarán en abril próximo en París y donde Chile ya comprometió su presencia. Agregó que las otras vías de ayuda se encuentran agotadas. (31/01/04).
El impuesto Tobin establece un tributo bajo a las transacciones cambiarias y a los movimientos de capitales de corto plazo. Idea planteada en 1972 por el premio Nóbel de economía James Tobin. Se trata de una demanda presente permanentemente en el país, que incluso se planteó en el Parlamento por el senador Jorge Lavanderos, pero frente a la cual el gobierno tuvo oídos sordos. El tema va a seguir planteado mientras no se resuelva.
Que el tema se plantee ante la máxima autoridad de las Naciones Unidas y ante un conjunto de presidentes reviste la máxima importancia. Es una formulación de gran contenido político. Ello refuerza que debe tratarse a nivel mundial.
¿Cuál es la trascendencia del Impuesto Tobin? Lagos tiene razón cuando señala que la transferencia de recursos es montos importantes puede ser un factor de inestabilidad en el mercado financiero. En el mundo existe un mercado de capitales gigantesco y no cuenta con regulaciones. En la marcha de los acontecimientos es determinante la dirección en que se muevan los capitales.
Las declaraciones del presidente Lagos en relación con el Impuesto Tobin se encuentran en contradicción con la realidad chilena. El TLC con EE.UU. establece el libre movimiento de capitales, y se opone por lo tanto a cualquier tipo de regulaciones. Más aún, el TLC eliminó la regulación existente en el país, que era el mecanismo de encaje, que siendo diferente al impuesto Tobin produce un efecto similar: limita en este caso, a nivel del país, el movimiento de capitales de corto plazo. Existe un consenso generalizado de que su aplicación en la década de los noventa tuvo para el país un efecto positivo.
El ministro Eyzaguirre manifestó que el impuesto Tobin es una de las posibles fuentes de financiamiento de ciertos bienes públicos generalizados, como recursos a costo moderado frente a epidemias o contaminaciones medioambientales. Serían, por tanto, recursos de origen global a utilizar frente a grandes problemas de la humanidad.
Eyzaguirre se inclinó, más bien, porque economías que no tienen sus sistemas financieros desarrollados y que por circunstancias cíclicas tienen una gran entrada de capitales, utilicen el mecanismo del encaje que aplicó Chile en los 90, “y que es un impuesto Tobin”. (31/01/04).
Si en el TLC se suscribe el libre movimiento de capitales, ¿cómo puede ser que, al mismo tiempo, se considere la posibilidad de un mecanismo que lo límite y al cual el socio –EE.UU.- se opone fuertemente? Es una de las muchas contradicciones que se producen entre el contenido del TLC y formulaciones efectuadas por el presidente Lagos. De un lado hay un discurso externo con contenido progresista y otro es el que rige la política interna
En las publicaciones de prensa se ha puesto mucho el énfasis en los recursos a reunir potencialmente con el impuesto Tobin y el uso a darles. La verdad es que no constituye el tema principal. Se trata de una perspectiva muy a futuro. La unanimidad necesaria para aplicarla no existe, ya que se oponen las principales potencias económicas, por donde pasan la mayor parte de los recursos financieros. Obviamente, en relación a este tema se requiere de regulaciones, como dice Lagos, pero lo fundamental en esta etapa no es ello, dado que no existe ninguna posibilidad de poder aplicarlo en el futuro próximo. Su importancia reside en que es un mecanismo que plantea la limitación a los movimientos de capitales de corto plazo, que constituyen un factor de desequilibrio económico, y que existen alternativas a nivel nacional que podrían usarse, pero a los cuales se renunció expresamente al suscribirse el TLC con EE.UU.
Se ha señalado que el impuesto Tobin se habría transformado, como afirma El Mercurio, “en un símbolo de la lucha contra el libre comercio” (30/01/04). Es una falsedad. En primer lugar, el Impuesto Tobin no afecta las operaciones comerciales, sino el movimiento de capitales cuyo ritmo desequilibrante perjudica el normal desenvolvimiento del comercio exterior, como sucede actualmente en Chile.
En segundo lugar, la crítica proviene de que existiría un movimiento “anti- globalización”. Un movimiento de este tipo constituiría una barbaridad dado que la globalización es un fenómeno objetivo. En consecuencia, no se puede estar en contra de la globalización, sino de las formas adquiridas por este proceso en las condiciones del neoliberalismo. El impuesto Tobin se ubica en la perspectiva correcta, ya que enfrenta una de las grandes deformaciones adquiridas por el proceso de globalización: el libre movimiento de capitales. Tobin fue un partidario irrestricto del libre comercio.
HUGO FAZIO |