El más importante diplomático estadounidense acreditado en Cuba dijo ayer que Washington no reanudará las negociaciones migratorias bianuales con La Habana, suspendidas por su país el mes pasado.
''Las conversaciones podrían ser potencialmente útiles'', aseguró James Cason, jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, en una entrevista exclusiva a la agencia Associated Press.
''Pero creo que hemos descubierto en años recientes que no lo son'', agregó.
En lo que respecta a la inmigración, Cason manifestó que las autoridades cubanas se han negado a discutir temas tales como permitir a diplomáticos estadounidenses visitar a inmigrantes repatriados en zonas rurales.
Cuba además se ha negado a entregar permisos de salida para centenares de médicos y otros trabajadores de la salud que cuentan con visas del gobierno norteamericano, comentó.
Por su parte, La Habana niega que haya rechazado discutir tema alguno y atribuye la suspensión de las reuniones a cuestiones políticas por la proximidad de las elecciones presidenciales.
La suspensión de las conversaciones el mes pasado, que debían efectuarse en La Habana, fueron consideradas el indicio de un drástico empeoramiento en las relaciones cubano-estadounidenses.
En años recientes, esas conversaciones representaron los contactos de más alto nivel entre los dos países, sin relaciones diplomáticas desde hace más de cuatro décadas.
La suspensión ''no significa que no existen canales de comunicación con los cubanos'', dijo Cason. ''Me reuno con mi homólogo aquí en el Ministerio de Relaciones Exteriores cada semana y discutimos temas de inmigración'', señaló.
Durante la entrevista en su residencia en La Habana, Cason también indicó que su gobierno sigue ofreciendo respaldo moral a los disidentes de la isla casi un año después de que 75 de ellos fueron encarcelados acusados de trabajar con diplomáticos estadounidenses para socavar el sistema socialista.
Sin embargo desmintió las acusaciones cubanas de que la misión había ofrecido respaldo financiero directo a los disidentes: ``No les hemos dado un solo centavo''.
Las acusaciones de Cuba se basan en el financiamiento del gobierno a la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos, que ha pagado $20 millones a grupos establecidos en territorio estadounidense, cuyo propósito es poner fin al gobierno comunista en la isla.
Cason también respondió a las denuncias cubanas de que Washington se ha negado a darle visas a dos mujeres cubanas que desean ir a Estados Unidos a visitar a sus esposos, encarcelados en territorio estadounidense por acusaciones de conspiración para espiar.
Aunque afirma que ignora por qué se les ha negado las visas a Olga Salanueva y Adriana Pérez, Cason leyó un documento secreto recientemente divulgado que indica que ambas mujeres habían sido entrenadas para ayudar a sus esposos a espiar.
Los esposos están entre cinco cubanos que fueron hallados culpables en Miami en el 2001 de tratar de infiltrarse en bases militares estadounidenses y en grupos anticastristas en la Florida. Fueron sentenciados a penas que oscilan entre 15 años y cadena perpetua.