Como siempre cuando se habla de este tema, enseguida saltan algunos de los mentirosos recaciltrantes del exilio "defendiendo" la porquería que era la Cuba de Batista, era un anstro de pudrición, de drogas, prostitución, pobreza, vicios y gansters americanos, claro para esta escoria la Cuba de ayer era un paraíso.
A continuación le voy a dar una serie de datos que se compilan en un libro que recoge una selección de los más de 200 reportajes, ensayos y artículos que fueron escritos por el autor durante casi 5 años (1954-58)para Carteles -junto a la Bohemia, la revista más importante del país entonces.
Los trabajos incluidos en esta obra -escritos en aquel período, contemporáneamente a los hechos, reflejando en vivo la realidad del país y con datos y testimonios tan abrumadores como infalsificables- demuestran sin lugar a dudas la falacia de esas interpretaciones.
Aquella era, a decir verdad, la Cuba del capitalismo dependiente y subdesarrollado con su secuela del deformaciones económicas estructurales, desigualdad social, desempleo en gran escala, analfabetismo y pobreza aquí y allá apabullantes -por no hablar de otros aspectos relacionados con su identidad como nación. Era, aquella de los cincuentas, la Cuba que antecede, explica y desencadena los históricamente conmocionales cambios que tendrían lugar en esa década y comienzo de la siguiente.
Bueno no voy a seguir hablando y voy a explicar brevemente como era el nivel de vida del pueblo cubano en los cincuentas.
Primero el ingreso "per cápita" del pueblo cubano apenas llegaba a los $340 anuales. Esto es consecuencia del subdesarrollo en que se encontraba la economía del país, el cual se reflejaba en las condiciones materiales de vida de los grupos sociales mayoritarios, agobiados por el desempleo, el subempleo y en general los bajos ingresos.
El nivel de vida del pueblo cubano se apareaba con el más bajo de cualquier otro país del mundo. Cuba no estaba reflejada en los rascacielos ni en las residencias ni en las avenidas de lujo de La Habana. Y más allá de los paisajes que románticamente mostraban las postales turísticas habían millones de seres postrados en la más ominosa de las miserias. Creo que fue un sociólogo norteamericano el que dijo que el nivel de vida en los campos cubanos rivalizaban en pobreza con los de los más pobres países asiáticos. Las investigaciones realizadas prueban que esa versión no corresponde sólo a estampas alejadas y fragmentarias, sino a un fenómeno social en gran escala.
En una encuesta realizada en 1957 por una agrupación católica, sobre el nivel de vida del obrero agrícola cubano, se obtuvieron escalofriantes resultados de una muestra científicamente seleccionada de 2 500 familias.
El obrero agrícola cubano no disponía como promedio de más de 25 centavos diarios, para comer, vestir, y calzar.
El 60% de ellos vive en bohíos de techo de guano, y piso de tierra, sin servicio ni letrina sanitaria, ni agua corriente.
El 85% de esas covachas -rezagos increíbles de la vivienda aborigen precolombina- solamente tenía una o dos piezas en las que debía hacinarse toda la familia rural- hombre, mujeres y niños-para dormir.
El 90% se alumbraba con luz brillante
El 3% no tenía luz de ninguna clase
El 44%no asistió, no pudo asistir, jamás a una escuela.
El 43% era analfabeto
El alimento fundamental de esas familias era a base de arroz y frijoles y viandas. Solamente un 11% de ellas tomaba leche. Solamente un 4%comía carne. Solamente un 2% consumia huevos. Su alimentación tenía un déficit de más de mil calorías diarias, con ausencia de vitaminas y minerales fundamentales.
A la desnutrición, la ignorancia y la insalubridad hay que añadir la enfermedad y el parasitismo. Una encuesta probó que el 14%de los obreros agrícolas de este país padecían de tuberculosis. Que el 13%ha pasado tifoidea. Y que el 36% se confesaba parasitado, lo que quería decir que el porcentaje real era mucho más alto.
Las condiciones de vida de la población de las áreas urbanas y semiurbanas no era más envidiable. Por ejemplo un 62,2% de personas trabajaban por una paga inferior a $75 pesos mensuales.
El 30% de la población de la Ciudad de La Habana, por ejemplo, malvivía hacinada en las covachas de los solares, casas de inquilinato y barrios de indigentes
En cuanto al desempleo se arrojaban cifras verdaderamente impresionantes. Durante el año de la encuesta (1958) la fuerza de trabajo estaba representada por 2204000 personas (en cifras redondas) de las cuales sólo tenían empleo 1439000, es decir el 62,2%.
No menos de 361 mil personas (16,4% de la fuerza de trabajo) se encontraban totalmente desocupadas, 223 mil se encontraban parcialmente ocupadas(trabajando menos de 40 horas a la semana y la mayor parte, 150 mil personas, menos de 30 horas)Unas 154 mil trabajaban sin percibir remuneración.
Sumando encontramos 738 mil cubanos o el 33,4% de la fuerza de trabajo (¡tercera parte de la población laboral!) en condiciones de desempleo o subempleo.
Estos datos fueron tomados de
-Lowry Nelson. "Rural Cuba". The University of Minnesota Press, 1951
-Encuesta de la Agrupación Católica Universitaria. Ver Carteles, 16 de marzo de 1958, página 38 y siguientes.
-Síntesis histórica de la Vivienda Popular: los horrores del solar habanero" Juan M. Chailloux Cardona; Jesús Montero, La Habana 1945
En fin así eran los años 50 en una Cuba que algunos añora, otros no quieren ni recordar, otros difaman y los demás desconocen.