El gobierno mexicano "se propuso enfriar las relaciones con Cuba" y cambiar, sin otra alternativa, la posición que este país tradicionalmente tenía con la isla, revela en un libro el ex embajador de México en ese país del Caribe, Ricardo Pascoe.
Adicionalmente, el ex diplomático relata que representantes de Estados Unidos "han planeado corromper al Ejército cubano, para tener un espacio en lo que llega la 'biological solution' (solución biológica)", como -según Pascoe- denominan los norteamericanos a la posible muerte del presidente Fidel Castro.
"El mantener una buena relación con Cuba le daba a México cierta autonomía con respecto a Estados Unidos. Eso se terminó, la administración de Vicente Fox decidió un cambió radical y se propuso enfriar las relaciones, esas eran las ordenes que yo recibía, desgraciadamente nunca plantearon otras alternativas de política exterior", dijo a la AFP, Ricardo Pascoe.
Economista de profesión y miembro de la izquierda mexicana, Pascoe representó a México en Cuba de diciembre de 2000 (ya iniciada la administración de Fox) hasta octubre de 2002, cuando las relaciones entre ambos países "estaban en su peor momento", aclara.
La bitácora de su gestión se convirtió en un libro de 500 páginas titulado "En el filo. Historia de una crisis diplomática, Cuba 2001-2002" (Ediciones Sin Nombre), en el que revela las entrañas de la política mexicana dirigida a Cuba, y algunos otros detalles en los que intervienen tanto el gobierno cubano, como las legaciones diplomáticas con sede en la isla.
En el libro -que será presentado el jueves en el Tecnológico de Monterrey- "hay una visión de lo que viví, vi, y quizás hasta lo que sufrí como embajador en Cuba (...) es posible ver aspectos de la vida política mexicana, y también una mirada sobre la vida de los cubanos, y cierta visión del futuro del sistema", argumenta Pascoe.
El ex diplomático de 54 años, destaca que en reuniones sostenidas con representantes de Estados Unidos, salieron a relucir los futuros planes de este país hacia la isla.
"Este también es un libro de los pocos que se han publicado recientemente, sobre una visión del sistema político cubano, en el caso de los norteamericanos, su 'gran plan' es corromper al Ejército, a los generales, y con eso derrotar a Fidel", argumenta en la entrevista.
Pascoe añade el episodio en el que el presidente Fidel Castro decidió hacer pública, en abril de 2002, una conversación sostenida con Vicente Fox un mes antes, cuando ambos discutían la presencia del mandatario cubano en la Cumbre sobre financiamiento y desarrollo de la ONU en Monterrey.
"Me ordenaron tratar de insistirles a los cubanos de que mandaran a otra persona, de que no fuera Fidel a Monterrey; uno encuentra la manera de decirlo, ellos entendieron que México trataba de evitar la presencia del presidente de Cuba, pero lo que verdaderamente les molestó es que Fox en vez de 'entrarle' al asunto (decirlo directamente), sólo lo evadió", argumenta Ricardo Pascoe.
El incidente hizo incluso pensar al gobierno mexicano que Cuba rompería sus relaciones con este país, asegura en el texto el ex embajador.
"Jorge (Castañeda, entonces canciller mexicano) me dijo que 'ya sabía' que Cuba iba a romper relaciones con nosotros y que estuviera listo para ello", relata Pascoe.
Tras el diferendo, "Cuba dejó de pagar sus deudas con las empresas mexicanas y a la representación diplomática", dice el ahora académico.
El ex embajador mexicano en la isla también asegura que La Habana empezó a "bloquear y sabotear constantemente" las actividades de la representación de México, en lo que parece ser "un camino sin retorno" entre los dos países.
Sin embargo, el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez, dijo el martes que las relaciones entre México y Cuba no han sido afectadas por el voto mexicano en Ginebra que critica la situación de los derechos humanos en la isla.
"Aunque nadie me lo crea, porque ya llevo diciéndolo bastante tiempo, no (se han afectado los vínculos bilaterales). La relación con Cuba se mantiene en los niveles que traíamos previamente" al voto en Ginebra, enfatizó Derbez.
Sobre la disidencia, Ricardo Pascoe relata una reunión sostenida con el vicepresidente cubano, Carlos Lage, quien le cuestionó que la legación mexicana reciba a la oposición cubana, ilegalizada por el gobierno.
"Me preguntó si yo me reúno con los disidentes, le dije que no. Que la política que hemos seguido desde que estoy en Cuba como embajador es no recibir, personalmente, a los disidentes, aunque funcionarios de la embajada sí los atienden", concluye el diplomático en su ensayo.
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