El disidente cubano Eloy Gutiérrez Menoyo afirmó ayer que ''la vía pacífica'' puede conducir a la democratización de Cuba e invitó a sus antiguos compañeros de lucha a ``salir de una vez del inmovilismo oficial''.
Gutiérrez Menoyo, de 69 años, es uno de los invitados a la III Conferencia ''La Nación y la Emigración'' que concluyó ayer en La Habana tras varias jornadas de intercambios y debates entre más de 400 emigrados cubanos y autoridades del Gobierno de la isla.
''Para mí, el estar presente en esta reunión cuando no tengo un estatus legal dentro del país, porque todavía el gobierno no se ha pronunciado, por lo menos me trae una esperanza'', declaró Gutiérrez Menoyo a EFE.
Agregó que confía en que ``por la vía pacífica, por la reconciliación, por un proceso no desestabilizador, podamos en un futuro muy próximo ver que se comienza a transitar el camino que conduce a la democratización de este país''.
Tras estar más de veinte años exiliado, Gutiérrez Menoyo, un ex comandante revolucionario que hoy lidera la organización ''Cambio Cubano'', con sede en Miami, decidió en agosto pasado regresar a Cuba para buscar un espacio legal para la oposición y está a la espera de que las autoridades legalicen su estatus.
''Nosotros planteamos un espacio legal para una oposición independiente, porque no tenemos vínculo ninguno con potencias o gobiernos extranjeros'', dijo.
Gutiérrez Menoyo opinó que ``por la vía de la solución pacífica puede ser el comienzo de algo que un futuro podamos ver cuajar, el comienzo de pasos positivos hacia la democratización y hasta la reinvención de este proceso que ya está estancado hace mucho rato en Cuba''.
``Ese -apuntó- es un mensaje para muchos disidentes que están por otra vía en contubernio con potencias extranjeras, que mantienen una vía de confrontación con Cuba. Por ese camino pienso que no se va a avanzar mucho''.
En una de las sesiones de la Conferencia, Gutiérrez Menoyo manifestó que espera ``el día en que no habrá eufemismos y esto deberá ser un parlamento, y quizá dos partidos podríamos discutir con cordura, respeto y productividad''.
En sus palabras el opositor instó a ``pensar en darnos, a la vista de una ansiosa comunidad internacional, una estructura más incluyente, ennoblecedora y dinámica, que trascienda las limitaciones del unipartidismo''.
Consideró que Cuba ''no puede echar atrás una revolución que tanto ha costado'', aunque subrayó que ``discrepo de muchos de sus aspectos''.
''He rechazado, tanto de fondo y de forma, muchos de sus excesos, muchas de sus gestiones y capítulos más opacos'', pero ''no nos duelen prendas reconocer lo avanzado: ¿por qué acabar con la educación y la salud gratuitas cuando lo que se impone es mejorarlas?'', remarcó.