Miami (EFE).- El candidato demócrata a la presidencia de EEUU, John Kerry, dio a conocer el sábado su política oficial hacia Cuba y dijo que está comprometido con ver el final del régimen del presidente cubano, Fidel Castro.
"Voy a apoyar estrategias efectivas y de paz que apresurarán el fin del régimen de Castro tan pronto como sea posible", manifestó Kerry en una declaración de principios sobre la política de EEUU hacia Cuba distribuida por su oficina de campaña.
Añadió que desde hace mucho tiempo ha condenado a este régimen por sus flagrantes violaciones a los derechos humanos y su política opresiva.
El candidato demócrata aseguró que no existen excusas para mantener sometidos a más de once millones de ciudadanos en la isla y que por eso trabajará con la comunidad internacional para lograr "una transición pacífica hacia la democracia en Cuba".
Criticó la postura del presidente George W. Bush hacia la isla al señalar que su política "castiga y aisla a los cubanos, mientras deja a Castro y a sus consortes ilesos y libres para culpar a Estados Unidos por sus propios fracasos".
El plan anunciado por Bush el pasado mes de mayo incluye, entre otras medidas, restringir la frecuencia de los viajes de familias a Cuba y reducir la cantidad de dólares que pueden enviar a la isla.
"Este cambio (de política) no va a ejercer presión sobre Castro pero sí sobre los cubanos-estadounidenses y sus familiares, generalmente mayores, al otro lado del estrecho", manifestó Kerry en el comunicado.
Por el contrario, aseguró que él empezaría por impulsar los viajes a la isla y explicó que el "intercambio humanitario de alimentos y medicinas es otra herramienta poderosa para fortalecer los fundamentos de libertad y democracia" y añadió que esta medida cuenta con el apoyo de ambos partidos en el Congreso de EEUU.
Insistió en que en el Congreso se cuenta con el apoyo de demócratas y republicanos para levantar la prohibición de viajes a la isla y la venta de alimentos y medicinas pero manteniendo siempre el voto de censura a la violación de los derechos humanos.
Además considera que no debería haber un límite al monto de remesas de dólares que envían los cubano-estadounidenses a sus familiares de la isla y apoyo el libre flujo de información hacia Cuba.