WASHINGTON (Reuters) - Funcionarios estadounidenses dijeron el lunes que la oposición venezolana debe aceptar el referendo que permitirá a Hugo Chávez permanecer en el poder hasta el 2007 o probar sus alegaciones de fraude. "La oposición ha tenido todas las oportunidades imaginables (para desestabilizar al presidente Hugo Chávez) y con estos resultados la presión se desvía de Chávez hacia la oposición para que los acepte," dijo un funcionario estadounidense, quien pidió no ser identificado. Varios funcionarios estadounidenses exhortaron también a la oposición a no echarse a las calles para evitar posibles enfrentamientos violentos. "Adulterado o serio (el referendo), hay que analizar sus acusaciones para que los venezolanos puedan cerrar (este capítulo) y resuelvan pacíficamente la situación por la que se llevó a cabo este proceso," agregó uno de los funcionarios consultados. Después de que Chávez ganó el lunes el referendo y el proceso recibió el respaldo de los observadores internacionales, líderes de la coalición opositora llamaron a la población a lanzarse a las calles a protestar por un resultado que no reconocen. A principios de la tarde, en el este de Caracas, a la altura del barrio de Altamira, uno de los bastiones de la oposición, al menos una persona murio y otras cuatro resultaron heridas de bala durante una manifestación Entre tanto, un funcionario del Departamento de Estado, que tampoco quiso ser identificado, dijo: "Así como insistimos en que Chávez tenía que aceptar la voluntad del pueblo si perdía, esperamos que la oposición haga lo mismo. Esto no se trata de lanzar a la gente a la calle a protestar, se trata de especificar las acusaciones de fraude para que se puedan analizar." En Caracas, el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, quien encabeza un organismo de observadores internacionales, declaró "nuestras informaciones coinciden con los resultados parciales anunciados" por el Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre la validez del proceso. El proceso de votación tuvo una afluencia masiva en las urnas, donde más de 14 millones de electores estaban autorizados a votar por "Sí" o "No" a la pregunta de si Chávez debía abandonar anticipadamente la presidencia. Otro de los observadores internacionales, el presidente de la misión de la OEA, César Gaviria, aseguró que los inspectores del proceso no habían encontrado "ningún elemento de fraude." |