Reflexiones de una visita a Cuba.
Hay que ponerle música... de lo contrario deprime. Trato de responder a las preguntas que días atrás me hacía Lourdes, y que por cierto, repondo tarde (tú me perdonas... ¿verdad Lourdes?) pues como decía me he impresionado bastante con ciertas cosas que he visto y que no esperaba que fueran así. Les puedo decir que el ambiente es en general de gente sin proyecto de futuro, sin otras aspiraciones que no sean el "luchar" un plato de comida diario y vivir el día a día. Hay otros que ya ni aspiran a eso y están como vegetando, como esperando "a ver qué pasa"; otros se han acercado con un fervor que nunca hubiera creído a cultos religiosos. De éstos últimos me he llevado la gran sorpresa. Era gente de la que en su día siempre me dije: "con éstos si se hace revolución"; de esos que les llamaba "comecandela", de aquellos que marcaban el paso y había que seguirles a como diera lugar; gente comprometida hasta los huesos con el proceso y que hoy no son ni la sombra de lo que antes fueron. Con un pesimismo que les brota en cada palabra que te dicen y que es bien difícil de creer -si te lo cuentan de ellos-. Les hablo de gente que un día, con tremendo orgullo y entusiasmo ostentó un carné rojo, y que hoy se ve como desorientada. Alguno cometió el pecado de "no ser más combativo" desde su puesto, fue sancionado por ello [a nivel de comité de base] y luego no le quedó otra alternativa que entrar en la bolsa negra, como todo el mundo; o tuvo que salir a "botear" con su Lada (ganado a pulmón limpio) para poder sostener la familia hasta que le capturaron llevando turistas -sin la correspondiente licencia- y le confiscaron el carro o, en el mejor de los casos, le impusieron la ejemplarizante multa de irracional cifra. No se parecen a sí mismos, son como el cadáver de su anterior imagen, o de la imagen que me había creado de ellos tras algunos años sin verles. Pero no sólo de vista, de pensamiento, de convicciones. Les noto como aburridos de tanto nacionalismo exacerbado en las continuas arengas políticas que llegan por todos los medios de difusión 24 x 24 como una especie de bombardeo en lo que denominan "batalla de ideas", cuyo pistoletazo de salida lo proporcionó la infeliz historia de Elián González y familia.
Es increíble constatar cómo funciona el mercado sumergido de tráfico e intercambio de revistas y vídeos, de toda categoría y con una oferta riquísima. Excepto virus, la bolsa revistera y vídeotequera de La Habana no tiene nada que envidiarle a Kazaa. Con ello persiguen desconectar -me apuntan- de tanta incitación a la guerra, tanta mesa redonda con tanta arenga política de Venezuela, que los tienen hasta las narices. Yo no sabía que parte del sistema con los vídeos funciona de forma tal que, en una casa tienen la reproductora y desde allí, por medio de un cable u otro sistema casquivano, hacen llegar la imagen a otras casas y sótanos que funcionan clandestinamente como sala de cine. Bill Gates no tiene la menor idea del potencial que se está perdiendo en Cuba.
En noche bohemia, en el muro del Malecón, y tras de haber visto la película "los Balseros" y lo que había representado el Maleconazo discutimos sobre ese tema. Entre otras cosas: "Zunzun, métetelo en la cabeza" -me dicen- "La bonanza que hubo tras los hechos de agosto del 94 pasó a la historia; hoy el pan y el circo resultan insuficientes, ha llovido mucho desde entonces. Cada tres por una sin agua, sin luz, la luzbrillante y el gas se desaparecen, el agro cada día más caro, con lo que dan por la libreta estiras apenas dos semanas, y si trabajas y te tardas en llegar a casa, ni alcanzas lo que llega por esa vía. Últimamente he decidido pagarle al mensajero del barrio para que me compre lo que caiga en la bodega y me lo deje en casa del vecino de los bajos". Indago, para cambiar de tema: -¿Y tu hija, la mayor?, ya tiene que haberse graduado o estar terminando. Ella estudiaba económicas, si mal no recuerdo". Me responden:
"No me toques esa tecla... (pausa demasiado larga para mi gusto... con mirada perdida a lo lejos y cara de bochorno) ...se puso a jinetear y no la dejaron terminar la carrera... alguien de su propio grupo la vio y la caminó [la delató]. Con esa mancha en el expediente, dudo mucho que pueda conseguir algún reenganche en el futuro. Con lo que hace vamos resolviendo más o menos pero eso no puede seguir así; me parte el alma que mi hija, mi propia hija ande por ahí de..." y le interrumpo:
"Déjalo, no sigas. Conozco la historia de demasiado cerca; yo mismo no puedo mantener, desde afuera, a toda la familia y una de mis primas jinetea sin que nadie se lo impida" -dije, para consolar a mi interlocutor, y tragué en seco... porque es verdad; sin saber ni por qué tragué en seco cuando las latas de Bucanero Negra, ya vacías, empezaban a acumularse a nuestro alrededor.
Otro tema tocado fue que algunos -jóvenes en su gran mayoría- sólo piensan en abandonar la isla a como dé lugar; que un familiar del exterior les invite a pasar una temporada afuera para trabajar y regresar con un par de dólares en los bolsillos. Eso provocó una subida de tono en algunos de mis familiares presentes ante mi negativa a ni siquiera pensar en ello. Traté de explicarles, sin éxito, que no es lo mismo invitar a alguien a España, por ejemplo, que a Alemania, Holanda u otro país donde el primer tropiezo les llega por la barrera idiomática. Pero no, en su deseo de ver otra cosa, de salir de Cuba por cualquier medio, ni una película como "Los Balseros", les haría desistir de tal empeño... y les comprendo.
El ambiente está como plagado del espíritu de la indolencia y la ilegalidad por la supervivencia. Lo triste del caso es ver que la gente asuma como normal algo que, a sabiendas, es totalmente anormal, que el hurto continuado de todo lo habido y por haber no está nada bien, pero la mayoría participa sin que le quede cargo de conciencia por ello. Por lo pronto, las autoridades hacen la vista gorda... "la monada [policías] también tiene bocas que alimentar y pies que calzar" -me subrayan con marcado énfasis-. Se vive con dos caras, empleando una en la participación en todas las tareas, ya saben: guardias, trabajos voluntarios, tribunas abiertas, movilizaciones, etc. Con la otra se "les pega" lo necesario o imprescindible para una existencia bajo mínimos. "Luchando", ese gerundio es la palabra de orden en cada rincón que te detienes, todo el mundo está "luchando" algo, para sí o para alguien. Es la bitácora de una vida amenazada por la agresión que se anuncia venir del exterior, y que aún no llega... ni llegará. Muchísimos creen -qué digo creen, están seguros- que los americanos atacarán de un momento a otro, eso se respira en el ambiente. Pues la tal agresión que desde el exterior no llega, desde el interior, empezó hace mucho tiempo y ya está causando estragos entre la gente más humilde. Por suerte les queda la música, la segunda válvula de escape: "para desconectar de todo lo otro", por lo menos en capital. Los conciertos espontáneos de Rap y Reggaetton se multiplican dejándose escuchar prácticamente en cada calle y barrio por los que uno pasa. Y te marcan el paso... valga la redundancia. Es inevitable no repetir el estribillo que se escapa por puertas y ventanas... y se le pega a uno como un chicle: "ula kalá kalá..., ula kalá kalá..."
Salu 2 d zunzún